El derecho a ser atendido

Mª Luisa Cava de Llano Carrió

Mª Luisa Cava de Llano Carrió

La Comunidad Autónoma de las Islas Baleares ha aprobado el Decreto 3/2.023 de 6 de febrero, por el que se regula la prestación de servicios mediante teletrabajo, que permite entre otras medidas, que personal de nuestra comunidad se acoja a esta modalidad hasta cuatro días a la semana.

Sinceramente creo que lo que se vende como un gran adelanto, para mí es un gran retroceso en lo que a la atención al ciudadano se refiere. Siempre he entendido que el fin de la Administración es la atención al ciudadano, es facilitarle los trámites para la consecución de un objetivo. ¿Ustedes de verdad creen que con este decreto se consigue?.

Está claro que la Administración se debe transformar para servir de una forma ágil al ciudadano, pero me cuesta creer que el teletrabajo sea la mejor opción. Desde la pandemia del covid, cualquier trámite que el ciudadano de a pie pretende realizar ante la Administracion, se ha convertido en un auténtico calvario: necesidad de saber informática, webs ineficaces, teléfonos que no contestan y puerta en las narices por no tener una cita previa, que es imposible conseguir.

La pandemia ha marcado un antes y un después en nuestras vidas. Se potenciaron los trámites por vía telemática, cancelándose prácticamente la atención personal, y olvidándose, entre otras cosas, de las personas mayores, para las que internet y sus múltiples aplicaciones siguen siguiendo un gran desconocido. La cita previa fue concebida para evitar aglomeraciones y reducir riesgos de contagio. Pero actualmente ya no hay razones sanitarias que la justifique; sin embargo, vemos que las Administraciones están cronificando esta práctica, lo que unido al teletrabajo de muchos funcionarios, supone un mal servicio al ciudadano, que acaba sumido ante un estado de total impotencia.

Dudo de la legalidad de estas prácticas, porque el Art. 4,2 del Código Civil establece que no se puede aplicar legislación excepcional, cuando no se dan las situaciones especiales que la han motivado, y afortunadamente esa situación ya no existe. Creo que ha llegado el momento de acabar con el sistema de cita previa y de teletrabajo, para volver a la situación en que los empleados públicos (por cierto, pagados por los ciudadanos), atiendan a las personas, cuando éstas lo necesiten, pudiendo personarse para ello, como se había hecho siempre en los lugares de trabajo, todo ello desde el convencimiento de que proporcionara una gran alegría a los ciudadanos que se sentirán debidamente atendidos.

Suscríbete para seguir leyendo