Para empezar

Ya están aquí

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Ya se dejan notar, ya están aquí, como cada año por estas fechas, quizás en esta ocasión antes que nunca porque se adelanta la temporada. Se nota por cómo conducen y porque empiezan a formarse embotellamientos donde entre noviembre y febrero la circulación era fluida. De aquí a dos meses la situación se degradará poco a poco, día a día, y volveremos a la isla de cada verano, insufrible, agobiante, en la que no cabe un alfiler. Llega el momento de replegarse, de volver a nuestros cuarteles de invierno (que aquí son de verano), de parapetarnos contra la vorágine, bien en nuestras casas, bien en lugares que no visita la marabunta. Se acabó ir a la playa para disfrutarla sin estrés o pedalear confiados por las carreteras, pues empiezan a proliferar las furgonetas de reparto cuyos conductores son tan habilidosos con el volante que son capaces de mandar mensajes de whatsapp mientras emulan a Carlos Sainz (padre) por las carreteras secundarias. Afortunado aquel que desde mayo pueda permitirse abandonar este disparate y regresar en octubre, que los hay. Porque no sólo se expulsa a los residentes de esta isla a base de subir los alquileres a precios delirantes, sino también crispando su vida diaria. El precio de vivir aquí es demasiado alto, y no sólo por lo que vale ya la cesta de la compra.

Suscríbete para seguir leyendo