Opinión | En corto

¡Por fin!

En España, siempre abiertos a nuevas costumbres que, ejem, ejem, no impliquen mayor esfuerzo, se ha adelantado el comienzo del tiempo navideño, que ahora pica a las puertas en vísperas de Halloween, enganchándolo gracias a la impagable ayuda de la semana de los puentes con los preparativos de la Navidad.

En cuanto al final, los Reyes de siempre son sagrados, por mucho que Papá Noel sea el encargado en bastantes casas de dejar los regalos, con lo cual acabamos sumando como mes y medio de relativa disipación, a lo cual desde luego no tendría nada que decir si no fuera porque entre una cosa y otra (felicitaciones, regalos, fiestas, encuentros, reencuentros, copas, visitas, eventos) la temporada resulta agotadora.

Ahora falta todavía que fine esa engorrosa cola que son los cambios de regalos, pero ya se ve la luz del momento en que al fin pueda uno descansar trabajando. ¡Uf!

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