Opinión

No ‘toca’, pero las están matando

Las banderitas son para el 25N, ahora toca buenrollismo, azúcar, películas ñoñas y brindis por el nuevo año, aunque quienes están jodidos lo vayan a seguir estando. Así que respetaré el guion y os desearé un feliz 2023 a todos, menos a los verdugos de mujeres, puteros, chuloputas, maltratadores, acosadores, violadores, señoros y demás escoria que les excusa y niega la violencia machista mientras los cadáveres de sus víctimas se amontonan. Elena, de 34 años y embarazada de nueve meses; María, enferma de esclerosis múltiple que se cayó y a la que su marido dejó agonizar cinco días en el suelo; Carmen, Soraya, Rebeca... Al menos diez mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas este mes (hay otros tres casos en investigación) y por si eso no fuera terrible, resulta que, para más indignación, la mitad había denunciado. Ellas pidieron ayuda y no se las protegió. Y lo han pagado con su vida. Imperdonable. El martes una amiga se desahogó con mi cuñado. Su educado y simpático novio en opinión de extraños y conocidos es un hombre violento que la veja constantemente, la ha agarrado del cuello alguna vez y al que le da miedo dejar. Como no le ha partido aún el cráneo teme que si va a la policía no la vayan a creer... y que él se enfade. Se niega. Nosotros insistimos porque la denuncia es el camino para que una mujer maltratada recupere su futuro, pero después las instituciones no tienen derecho a fallar. Sus «errores» son nuestras vidas.

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