Opinión

Solo tres semanas por delante

Tic, tac. Apenas quedan tres semanas para adoptar un puñado de importantes decisiones económicas antes de acabar el año. En los próximos días se debe conocer la propuesta de los expertos del Ministerio de Trabajo para que el Gobierno, en uno de los tres Consejos de Ministros ordinarios que quedan antes de acabar el año, pueda cumplir su promesa electoral de situar el SMI de 2023 en el 60% del salario medio español, por encima de los 1.000 euros actuales.

Además, en una de estas tres reuniones el Gobierno debe decidir qué medidas contra la crisis energética y la inflación prorroga o no al próximo año, ya que, por defecto, todas caducan el 31 de diciembre. Se ha de aprobar un real decreto ley que, muy probablemente, acabará con el descuento generalizado de 20 céntimos por litro de combustible, según las señales que ya viene lanzando la vicepresidenta Calviño desde hace semanas. Habrá que ver también si se mantienen las rebajas de los impuestos energéticos (IVA e impuestos especiales) que el Gobierno empezó a aplicar en junio de 2021. Además, ese decreto ley desvelará la sorpresa de las medidas para actuar sobre los precios de los alimentos que el Gobierno dice estar estudiando.

Y queda aprobar la última ronda de la reforma de las pensiones, con la que se pretende alargar el periodo que sirve de base para calcular la prestación desde los 25 años actuales a 30, pudiendo descontar los dos años peores, de menor salario. También se pretende elevar el tope máximo a partir del cual los salarios dejan de cotizar, para que la Seguridad Social pueda obtener mayores ingresos.

En el Parlamento, además, resta la aprobación definitiva de los Presupuestos y de los nuevos impuestos sobre banca, energéticas y patrimonios a partir de tres millones. Por cierto, también tienen por delante apenas tres semanas las 10 comunidades autónomas cuyos contribuyentes se verán afectados por este último tributo. Si no lo remedian antes, los ingresos derivados del nuevo impuesto de patrimonio irán a las arcas del Estado, y no a las autonómicas. Tic, tac.

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