Opinión | Para empezar

El bisoño y el desleal

Queda mal decirlo, pero ya lo avisé hace medio año y en esta página 2 tras asistir a un bochornoso pleno en el que los miembros del equipo de gobierno se lanzaban cuchilladas y escupitajos (metafóricamente) sin contemplaciones ni vergüenza, como una pareja a punto de finiquitar su relación. Un trío mal avenido, desgastado y en el que la desconfianza era absoluta. Le hubiera ido mejor al alcalde y al entonces segundo teniente de alcalde haber roto en esa ocasión con Joan Torres, pues lo que estaba por llegar era previsible, sobre todo atendiendo al currículo de este último: no sólo en el pasado mandato fue desleal. En pocas palabras: no es de fiar, algo que saben en el PSOE, donde visto el percal no quieren volver a saber nada de él, ni siquiera teniendo la llave del Consistorio. La bisoñez ha conducido al alcalde a la actual situación. Ahora está contra las cuerdas, pero con tiempo, a seis meses vista, quizás hubiera podido llegar a un acuerdo con la oposición sin tantos agobios. Bisoñez y soberbia, pues al parecer ni siquiera atiende a sus mentores. Tampoco se hunde Sant Antoni por prorrogar los presupuestos. Que le cuente Toni Botja cómo lo hizo hace 20 años. Ya entonces supuso el principio del fin de Democracia Pitiusa. Ya veremos si ahora será el de El Pi.

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