Diario de Ibiza

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Valles,-Rita

La adrenalina del pirómano

«Soy así por mi enganche a la adrenalina», lloriqueaba durante el juicio el acusado de instigar el incendio en los juzgados de Ibiza, J. C. V., que está en la cárcel tras ser condenado por otro fuego en un edificio de es Viver en el que murió una mujer. A ver, si uno es adicto a la adrenalina hay mil maneras de darse un chute: hacer puenting, lanzarse en paracaídas, escalar el Everest, cruzar la avenida Isidor Macabich en Vila... Pero justificar así una vida dedicada en cuerpo y alma al delito solo cabe en la mente de un desalmado capaz de prender fuego a edificios sin importarle que haya alguien dentro. Así ocurrió en el incendio del bloque okupado en es Viver, con la muerte de Rossanna Venturini, de 59 años.

J. C V., además de adicto a la adrenalina, es todo un Robin Hood, o al menos así se ve él. «He sido un ladrón, pero no he robado a ningún pobre», afirma. Como si arrojar una cerilla para quemar un bloque de pisos donde había okupas fuera peccata minuta. En el juicio por el incendio de los juzgados, que paralizó por completo la actividad judicial en Ibiza, el instigador soltó aún más perlas. Lamentó, por ejemplo, la atención que le prodigaron programas televisivos como el de Ana Rosa o ‘Equipo de investigación’, que se hicieron eco de su carrerón delictivo por los robos con butrón y alunizajes que se le achacan a él y a su familia. Por lo visto, ser tan mediático dio al traste con sus intentos de rehabilitación, afirma. Pobre Calimero, si él es un simple adicto a la adrenalina.

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