Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna

Quien reparte se lleva la mejor parte

«Recientemente se ha publicado el reparto de los fondos

recaudados en concepto de ecotasa en Baleares»

Recientemente se ha publicado el reparto de los fondos recaudados en concepto de ecotasa en Baleares. No entraremos a valorar por qué una isla se lleva más que la otra, sin responder dicho proceso a un criterio objetivo de equidad. Es cierto que el reparto de dichos fondos no debe ser una cuestión fácil, si fuera fácil no tendría sentido escribir este artículo. Sin embargo, creo que hay una serie de premisas iniciales que deberían servir de orientación en este complejo proceso, y que, en mi humilde opinión, no han sido tenidas en cuenta.

En primer lugar, el respeto a criterios de transparencia cara a los ciudadanos de Baleares y cara al contribuyente (el turista). En cuanto a la transparencia cara al ciudadano, es imprescindible y necesario que se informe de forma transparente del montante recaudado en cada isla y de cuáles son los criterios objetivos de reparto, además de los proyectos presentados. Respecto a la transparencia cara al contribuyente, ésta se podría lograr implicando al viajero en la elección del proyecto al que deba destinarse el impuesto que paga. Esto último representaría una operación de marketing y de fidelización del cliente ejemplar que podría tener una muy buena acogida y repercusión en cuanto a prestigio del destino, además de convertirse en un acertadísimo ejercicio de transparencia.

En segundo lugar, la observancia de criterios de equidad. En este sentido el montante recaudado en un destino, que es donde se ha causado el menoscabo medioambiental, debería destinarse íntegramente a ese mismo destino, para paliar el perjuicio causado. Lo recaudado en Ibiza, debe destinarse a Ibiza, y así con el resto de las islas. Hemos de evitar que “quien reparte, se lleve la mejor parte” y además hemos de procurar que cada isla, que es la que conoce sus problemáticas ambientales mejor que nadie, pueda decidir, junto a sus viajeros, a qué proyectos va a destinar lo recaudado. Sería también, más equitativo que se recaudase en puertos y aeropuertos para evitar con ello que, por medio del intrusismo y el pirateo, ningún contribuyente quedara al margen del pago de este impuesto. En este orden de cosas, tampoco ayuda a promover la percepción de equidad de este impuesto, la doble tributación de la tasa turística, al generar a su vez otro impuesto, el IVA. Ello no hace sino evidenciar de modo más patente, el insaciable ánimo recaudatorio de nuestras Administraciones Públicas.

En tercer lugar, es especialmente relevante el control de la finalidad a la que se destinan dichos fondos. El espíritu de la ley en su génesis pretendía minimizar los efectos nocivos que produce el turismo en los recursos naturales del destino. Por ello, tenemos que garantizar que el destino o fin último de lo recaudado sea el medioambiental: la preservación de los recursos naturales y belleza del nuestras Islas Baleares. Es por ello, frustrante para los ciudadanos de Baleares, ver cómo el destino que se da a estos fondos, nada tiene que ver con la preservación del medio ambiente. Tan o más frustrante es para el viajero que vuelve a vacacionar a las islas, constatar que no existe una mejora medioambiental que justifique seguir pagando dicho impuesto. Que no nos extrañe pues, que la ecotasa sea rebautizada como la “ecofarsa” al destinarse a todo (incluso a la compra de voluntades y cemento) menos a la conservación y preservación del medio ambiente que tanto preocupa a los ciudadanos de Baleares y, teóricamente, al Govern. Tan o más importante sería establecer índices (KPIs) que nos permitieran valorar la consecución o no de los objetivos medioambientales que deberían promoverse con dicho impuesto. De esta forma, podríamos saber objetivamente si su imposición es exitosa o un fracaso estrepitoso que deba hacer que nos replanteemos si tiene o no sentido seguir manteniendo este tributo políticamente desvirtuado.

«Di la verdad. La transparencia engendra legitimidad» (John C. Maxwell).

Alicia Reina Escandell  | Doctora en Turismo

Compartir el artículo

stats