Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna

Hacia una nueva cultura del agua en Santa Eulària des Riu

En momentos de cambio climático y alerta hídrica como la actual, el ‘populismo hidrológico’ que fomenta el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu, resulta contraproducente para coordinar políticas municipales serias y acordes a la realidad; empeorando sustancialmente la situación cada día. Nos hace cada día más vulnerables ante una situación objetiva de riesgo producto de la miopía municipal.

¿Por qué el Ayuntamiento ignora sistemáticamente a la ciencia en relación al impacto del cambio climático en un momento de clara escasez de agua? ¿Por qué los ciudadanos y vecinos debemos de ‘claudicar’ ante una política cortoplacista e irresponsable? ¿Por qué no se afrontan los retos ante la evidencia de reducción de precipitaciones y una red municipal con constantes y alarmantes índices de fugas de agua? Seguir con esta política no parece muy rentable electoralmente hablando, pero, en cambio, lo que impera a nivel municipal es la desidia, la cual puede finalizar en un auténtico colapso de carácter ecológico en nuestro territorio, por no afrontar el grave problema que representa la escasez de agua y el alarmante nivel de fugas (de más del 35%) en el municipio, actuando en contra de los mínimos e imprescindibles criterios europeos de gestión sostenible de agua.

El calentamiento global ya está entre nosotros y sus efectos los empezamos a sufrir, pero parece ser que el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu se encuentra a gusto mirando hacia otro lado.

Y, a todo ello, hay que añadir el por qué se está poniendo en riesgo la recuperación de un espacio único como es ses Feixes de Prat de Ses Monges, siendo éste un ecosistema con personalidad propia, tras la aprobación por la Administración pública de su Plan Especial.

En definitiva, el Ayuntamiento junto a un escenario de inacción del Consell d’Ibiza, está consiguiendo en su término municipal una situación ambientalmente insostenible con una clara ineficacia interesada que generará un próximo impacto negativo –hídrico– territorial de posible carácter irreversible. Y esto no es ser catastrofista, sino muy realista.

Debe y tiene que ser compatible como modelo la eficiencia económica, la sostenibilidad ambiental con la cohesión social y territorial, y conseguirlo debe ser sinónimo de ‘buen gobierno’, concepto que, desgraciadamente, no se da hoy en el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu.

Dicho Ayuntamiento debe iniciar la carrera de obstáculos con un objetivo claro: realizar una gestión sostenible en su territorio desde el punto de vista hídrico, asumiendo una serie de limitaciones y prohibiciones ante futuras actuaciones urbanísticas con alta incidencia territorial y pérdida de la biodiversidad, consiguiendo gestionar y optimizar un recurso escaso y básico como el agua como interés público y social prioritario, siendo ésta una cuestión transversal por excelencia.

Esto no va de ideologías, sino de vivir con dignidad sin retrocesos por políticas municipales irracionales y desequilibradas, buscando, en suma, un nuevo modelo que priorice el agua para asegurar la convivencia presente y futura. Esto es realmente lo que dejaremos a nuestros hijos.

De lo contrario, nos encontraremos ante un escenario no deseado con repercusiones muy importantes a nivel económico, social y ambiental, por la falta de preocupación ambiental e hídrica. Aún estamos a tiempo de evitarlo.

Compartir el artículo

stats