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valentin villagrasa

Desde la Mola

Valentín Villagrasa

Más que tristeza

Perdona Joan Manuel Serrat pero hoy no es un “gran día”. Hoy es un día donde la tristeza supera a la tristeza. Donde las lágrimas van más allá de las emociones. Donde los familiares, amigos, conocidos, presentados y no presentados (como yo) nos hemos convertido en rebeldes contra la injusticia que supone una muerte prematura de un ser que salió de casa para no regresar. No es este el lugar para discernir sobre los hechos. Para eso están los especialistas y después la justicia para dictaminar responsabilidades. Pero hay algo que nadie puede negar y es el final de Iván cuando estaba empezando.

Estaba en los momentos en que desaparecen algunas vergüenzas; donde te encuentras con los amores cortos pero intensos; donde nacen y se hacen las largas amistades que van más allá de un calendario; donde no miras atrás porque solo tienes horizonte; donde las travesuras forman parte de la aventura; donde un “no lo sé” paterno forma parte del “pregúntaselo a tu madre” antes de un sí concertado entre todos; donde la gamberrada de ayer coincide con la de antes de ayer de quien te la está recriminando. Una letanía de proyectos que no se van a cumplir. Todo por un instante que se ha convertido en una eternidad para quienes sufren su pérdida.

No valen responsos a posteriori; ni fes que soporten un golpe de esta índole. Perdone usted pater, que a lo mejor oficia el responso por su “alma”. No me valen miradas a un cielo o a un dios “todopoderoso” que no supo cambiar la trazada del coche o impidió que Iván saliera a esa hora de una casa a la que no ha regresado. Ni una resurrección donde no hay campos de futbol o una pelota a seguir; ni siquiera unos instantes de complicidad con los colegas.

A todos nos queda un vacío profundo, muy difícil de rellenar (porque llenar es imposible si el no está). Ayer mismo unos moteros, cada uno con nombre y apellidos en las listas de watsapp del móvil de Iván, pusieron las primeras flores de una tragedia que nadie quiso escribir.

No hay renglones para una injusticia de este tamaño. Me dijeron una vez que romper el ciclo biológico es la mayor contra natura que existe. Ningún padre debería asistir al entierro de uno de sus hijos. La realidad ejerce, a veces, una crueldad injusta.

Permíteme Joan Manuel Serrat que te repita aquello de “hoy no es un gran día” Porque hoy es un día donde la tristeza es más que tristeza.

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