Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José María de Loma

Sócrates mola

Sube un 33% la demanda para matricularse en Filosofía, dice el titular. Hay quien después de una adolescencia consagrada a los videojuegos quiere hacerse amigo de Sócrates. Puede que la Filosofía ofrezca respuestas aunque lo que los estudiantes quieren es un trabajo.

No pocos han considerado siempre tal titulación como poco útil pero pudiera ser que ahora nos demos cuenta de que además de programar ordenadores hay que programar la mente. No es país para Kant, pero alguien tiene que decirlo y a lo mejor lo dices desde una cátedra de instituto, con lo cual tienes dos cosas importantes en la vida: un trabajo y algo que decir. Mucha gente dice que la Filosofía es aburrida, lo cual es en sí mismo una manera de filosofar, o sea, un pensamiento. Como es aburrida, los avispados editores le cambiaron el nombre y la llamaron autoayuda. Con cada libro de esos que compras ayudas, en efecto, a aumentar la cuenta corriente del que lo escribe, que a veces es alguien docto y que te endereza la vida y otras veces un esparcidor de tópicos, o sea, alguien que ha fusilado los pensamientos clásicos de filosofía y los ha tuneado. Nos pueden dar gato por Filosofía o Filosofía puesta al día. También nos pueden dar una barra de pan con solo pedirla y aportar ochenta céntimos. Siempre que estemos en una panadería, claro.

Hay quien se pasa la vida ignorando que en la Filosofía puede tener solución a alguno de sus problemas y quien se pasa la vida buscando una panadería y no tiene tiempo de tener problemas. Nótese sin embargo que no tener una panadería a mano es un problema. No faltará quien se matricule en Filosofía por puros descartes. Y habrá quien tenga muchas dudas. Y en ese cartesianismo elija Filosofía en vez de Historia o Derecho. Siempre podía darte más oportunidad de ligar hablar de Hegel que de microprocesadores, pero ahora se liga en Tinder y lo importante es la foto y ser alto y decir que te gustan el deporte y los gatos. Y los conciertos.

Falta un grupo de rock que se llame Los filósofos: ahí es nada ponerle música a letras de Marx, Averroes o Hume. Lo mismo desafinarían, igual que un filósofo en este mundo. No obstante, hay cantera. Parece que las nuevas generaciones, que antes venían pisando fuerte, lo que vienen ahora es pensando fuerte.

Compartir el artículo

stats