El Ib-Salut se enfrenta a un serio revés: la Inspección de Trabajo le ha ordenado evaluar la sobrecarga asistencial en Atención Primaria después de una denuncia que el Sindicato Médico de Balears (Simebal) presentó en marzo. Ahora, el Servei Balear de Salut tiene que realizar una evaluación psicosocial a 864 médicos de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera en sólo un año. Además, la Inspección recomienda implantar ya medidas en la organización para reducir la sobrecarga de trabajo y evitar la exposición prolongada al riesgo.

La iniciativa de la Inspección cuestiona la explicación que hasta ahora ha dado la consellera de Salud, Patricia Gómez, sobre la causa de la sobrecarga de trabajo de los médicos de Primaria, que atribuye a las bajas por covid, es decir, a una situación excepcional, estrictamente circunstancial, que se corregirá cuando los sanitarios vuelvan a sus puestos de trabajo y el número de pacientes vuelva a estabilizarse. Por el contrario, el Simebal achaca la saturación de los facultativos a que faltan profesionales.

Parece evidente que las plantillas actuales no bastan para atender a los pacientes que acuden a los centros de salud, lo que satura a los facultativos y redunda en un peor servicio a los ciudadanos, especialmente en la Atención Primaria. Y si los centros de salud están desbordados, la consecuencia inmediata es que se colapsan también los servicios de urgencias. Una situación que se ve agravada por la elevada incidencia de la séptima ola de contagios de coronavirus.

Ahora, tras la resolución de la Inspección que respalda la denuncia del Simebal, la conselleria de Salud deberá revisar la situación de sobrecarga laboral de los médicos de Primaria, cuya solución pasa indefectiblemente por el aumento de las contrataciones. Si bien es cierto que, como argumenta Gómez, hay falta de facultativos en todas las comunidades autónomas, también lo es que unas condiciones de trabajo precarias, la temporalidad de los contratos y la carestía de la vivienda no ayudan a atraer a médicos a las islas, ya de por sí destinos poco atractivos, por lo que es preciso que el Ib-Salut y las áreas de salud de cada isla analicen cómo pueden mejorar las ofertas para conseguir el número de profesionales necesarios para atender correctamente a los ciudadanos y evitar que la sanidad pública siga deteriorándose.

DIARIO DE IBIZA