Lo que hace 18 años era una barbaridad

En 2004 participé en una tertulia radiofónica en la que se habló del proyecto de la autovía de Sant Antoni. Planteé entonces que se limitara la entrada de vehículos en la isla antes de que fuera demasiado tarde. Aquel año ya había 95.000 turismos, motos y camiones circulando en Ibiza, 32.000 más (+50%) que sólo ocho años antes. La progresión daba miedo y había que pararla: actualmente hay 155.000. Uno de los tertulianos era Enrique Fajarnés, exalcalde y ya entonces diputado del PP, que puso el grito en el cielo. Para él, regular el desembarco indiscriminado de turismos durante el verano era una barbaridad, un atentado contra el turismo. Propio de bolcheviques. No recuerdo si dijo que volveríamos a sembrar patatas, pero casi seguro. El pasado lunes, 18 años más tarde, el PP ha demostrado que ha alcanzado la mayoría de edad con la presentación de una propuesta legislativa para limitar, precisamente, la entrada de vehículos en Ibiza en verano. Ya veremos en qué queda, pero al menos la intención es buena y ha dejado patente que ya no es el partido negacionista y carpetovetónico de comienzos de los años 2000. El lunes, en esa presentación del borrador de la propuesta legislativa estaba sentada en primera fila María Fajarnés, consellera ibicenca de Promoción Económica e hija de Enrique. Qué escenas tan curiosas depara la vida.

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