Hay un precioso piso en planta baja a estrenar en Ibiza por el módico precio de 3.800 euros al mes. De 100 metros cuadrados, dispone de tres habitaciones, dos baños, cocina, comedor y un salón con salida a un jardín que tiene acceso directo a la piscina comunitaria. Se encuentra en el barrio de Can Misses, un oasis de vegetación en pleno ecosistema de cemento y asfalto, la nueva milla de oro de la isla. Se alquila de junio a octubre. El resto del año te vas a dormir debajo de un puente, que estará vacío esperando la nueva temporada o se lo alquilarán a gente un poco más pobre que se tenga que ir en verano. Se piden dos meses de fianza más el mes que se lleva la agencia inmobiliaria y el mes corriente a pagar. Eso supone que para alquilar dicho piso, que no estamos hablando de una villa de lujo, es necesario desembolsar 15.200 euros. Si debemos destinar solo el 30% de tu sueldo a vivienda significa que para vivir en él hay que ingresar 12.600 euros mensuales. Una nómina del montón, vamos. Porque si es una pareja, cada uno debe ganar 6.300 euros. Y si el piso lo comparten tres colegas, 4.200 euros por cabeza. Los sueldos más normales de hoy en día, oiga. Seguro que al inmoral propietario le quitan de las manos semejante disparate.