Que el Gobierno español, a través del Ministerio de Transportes introduzca el inexistente ‘baléà’ como idioma oficial en el Plan Nacional de Seguridad y Salud para el sector pesquero. La página ofrece la posibilidad de consultar el plan en catalán, euskera, gallego o valenciano, y para sorpresa de los baleares, en ‘baléà’. Esa sorprendente aportación a la filología del gobierno de Sánchez se conoció el mismo día en que Francina Armengol denunciaba que el catalán «está en peligro» en las islas y admitía el escaso uso de la lengua propia de Balears en grados de la UIB. Haría bien la presidenta de las islas en explicar primero al Ejecutivo español, y a su propio partido, el PSOE, que el ‘baléà’ no existe.
Que la unidad de Patología Dual de Can Misses se haya quedado sin su único psiquiatra. Aunque la gerencia del hospital asegura que esto no va a afectar al funcionamiento de este servicio que atiende a personas con trastorno mental y adicción, las asociaciones lamentan el perjuicio para los afectados que pierden a su psiquiatra de confianza.
