Diario de Ibiza

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Marta Torres

Para empezar

Marta Torres Molina

Cargo: Redactora

Este ‘parking’ es una mina

Acabas de trabajar, subes corriendo a casa, paseas a la perra y te pintas el ojo a tal velocidad que ríete tú del tren bala. Cada minuto cuenta si quieres llegar a tiempo al teatro. Das un par literal de infructuosas vueltas por los alrededores de Can Ventosa, el reloj marca que faltan diez minutos para que se levante el telón y como no es plan de darle plantón a Blanca Portillo (inmensa en ‘Silencio’, por cierto) y lo de encontrar aparcamiento en Vila es el santo grial de los vecinos, pues acabas metiendo el coche en el aparcamiento de pago. Te fastidia, pero qué le vas a hacer. Es eso o perder las entradas. En una nube. En estado de shock. Así sales, casi dos horas después, de Can Ventosa, tratando de digerir la brutalidad que acabas de ver sobre el escenario. Te planteas alargar un poco la noche, unos pintxos, unos txakolís... Pero recuerdas que tienes el coche en el aparcamiento privado. Y te lo imaginas devorando billetes cual el Triki de los automóviles. Vas a pagar y entiendes por qué hay un desfibrilador en la caseta. ¡Diez euros! ¡Por dos horas! Un atraco. Legal, vale, pero un atraco. Entonces me imagino a los dueños del parking. Sacando las botellas de Veuve Clicquot cada vez que el Ayuntamiento suprime una plaza de aparcamiento. Una mina es lo que tienen. Una ruina para los ciudadanos.

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