Diario de Ibiza

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Javier Cuervo

Los hijos ya no traen pan

Durante miles de años tener hijos era la solución económica a un problema económico. Eran brazos que había que criar cuando llegaban al mundo, en seguida se volvían productivos y cuidaban a sus mayores hasta que partían del mundo. Ahora el tiempo de crianza al principio de la vida y el de sustento al final es mucho más largo y hay un problema económico en esos dos extremos. Tener hijos es caro y tener viejos llegará a ser insostenible cuando ese coste se traslade directamente a la sociedad en ausencia cierta de la familia. Vendrán buenos tiempos para la eutanasia, de la que soy muy partidario si es demostradamente voluntaria.

El cambio ha sido rápido. En 1970 había noticias para las familias numerosas de tercera especial y hay murmullos de crear un ministerio de Soledad que ya hay en Reino Unido y en Japón.

Descartados los hijos, que son fijos en una sociedad de precarios, que son funcionarios en una sociedad de autónomos, y contratado el sustento en la vejez al sistema de pensiones, los animales son la solución económica para la compañía y los afectos. Dan menos disgustos, son menos complejos de manejar y económicamente resultan más sencillos. El contrato con la otra especie es cariño por comida y compañía por excrementos. La inmensa mayoría de los casos sale a cuenta.

Los animales domésticos no pagarán las pensiones futuras. Hay propuestas para que las paguen los robots que están sustituyendo a las personas en la ola lenta del tsunami tecnológico.

No se puede decir que en España no seamos responsables con el futuro económico dada la contención demográfica que tenemos. Tenemos el segundo índice de natalidad más bajo de Europa. Las dos personas todavía necesarias (en algún grado) para la procreación sólo consiguen hacer 1,3 hijos. En muchas de las zonas más deprimidas y envejecidas no llegan a uno. Los hijos cada vez están más relacionados con la exclusión social y por eso destemplan los datos de pobreza infantil -el 40% de los niños- en España, este gran país.

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