Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Emma Riverola

La escalera de la violencia machista

De la violencia verbal a la física. Y, en un peldaño más, del cuerpo de la mujer al de los hijos. La violencia machista es una escalera al infierno.

La pareja presentó en julio una demanda de divorcio de mutuo acuerdo con custodia compartida. En agosto, ella denunció al hombre por malos tratos. El juzgado de violencia dictó una orden de alejamiento, sin régimen de visitas y patria potestad exclusiva para la madre. Pero, en septiembre, ambos ratificaron el convenio regulador de divorcio con custodia compartida. Ninguna de las partes informó de la sentencia previa por malos tratos. Cinco meses más tarde, el padre ha asesinado al hijo. Sin duda, cabe señalar la fatal desconexión de la justicia. El error es terrible, pero subsanable para el futuro. Más difícil es tomar consciencia de la trágica escalera de la violencia machista. El padre nunca antes había agredido al niño. Nunca, una amenaza. Parece evidente que la madre, que el resto de la familia, ni siquiera imaginó que algo así podía ocurrir. Porque no entendían, no entendemos, que, en la escalera, la vida es diferente. Que solo hay oscuridad y aire tóxico. Que el odio se adhiere a la piel. Y la mente se envenena. Una dosis más, reclama. Un escalón más abajo.

Compartir el artículo

stats