Diario de Ibiza

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Javier Cuervo

Ensalada Olivier

«Cuanto peor le va a Putin más arrasa. ¿Será una consecuencia de las guerras no queridas que ganarlas es perderlas y perderlas, ganarlas?»

Regidos por el «si quieres la paz prepara la guerra» vamos por el segundo mes de la contienda que nadie quería y se le está buscando un adjetivo que suba su intensidad: química, biológica, nuclear... La guerra que nadie quería no acaba de ganarla Vladímir Putin (nos dicen) pero sólo vemos ciudades ucranianas destruidas por misiles rusos. Cuanto más gana Ucrania, más destruida está; cuanto peor le va a Putin más arrasa. ¿Será una consecuencia de las guerras no queridas que ganarlas es perderlas y perderlas, ganarlas?

No tenemos datos suficientes y eso que estamos en el lado mejor de la información. En Rusia querían tan poco esta guerra que la están haciendo sin llamarla así. Allí se refieren a la invasión como «operación militar especial para la liberación de las repúblicas de Donetsk y Lugansk», claro que también llaman ensalada Olivier a lo que aquí llamamos ensaladilla rusa. En Rusia usas la palabra «guerra» y te puede caer el pelo por polonio o por años de cárcel.

Sin negar un ápice a la valiente resistencia ucraniana en la destrucción que muestran los telediarios no da la sensación de que la víctima heroica sea, a la vez, vencedora, aunque con la guerra nunca se sabe nada: ni si la tienes que preparar para que haya paz, ni si se la quiere o no, ni cómo se llama en cada país. ¡Como para saber el minuto y el resultado! Hay tratamientos contra el cáncer que te llevan al borde de la muerte para salvarte la vida. Al ser todo tan raro no sabes si las narices de Ucrania intentan romper los puños de Rusia o si tenemos que elegir entre creer informes de expertos o a nuestros propios ojos.

Antes, sólo algunos días nos acordábamos de que Kiev es la capital y ahora aprendemos geografía ucraniana de las ciudades sacrificadas, que nos dicen, no son significativas. Nos dicen que los rusos «apenas tienen ciudades significativas» y vemos que no son significativas ni ciudades, solo ruinas sin luz, agua ni comida. Matan mientras dialogan cómo arruinamos a Rusia y la financiamos. En cuanto empiecen a decir que no quieren la paz será el fin de la guerra.

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