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Natàlia Cerezo

Tribuna

Natàlia Cerezo

Gatos felices y en casa

«Debemos velar por la felicidad de nuestras mascotas, pero también por su vida y su bienestar»

Normalmente en el chat de Progat se habla de cosas prácticas, como la alimentación y el mantenimiento de las colonias o cómo poder aumentar los fondos a fin de dar ayuda veterinaria a algún felino que lo necesite; sin embargo, el otro día, una de las voluntarias hizo llegar las imágenes de una chica que, en una conocida red social, contaba que su gato había salido de casa, como siempre, pero que esta vez por poco había muerto atropellado y a la postre había provocado un accidente. Cuando le preguntaron por qué le había dejado salir, la chica contestó: «Prefiero que mi gato se muera antes pero que haya sido libre y feliz».

Es indudable que debemos velar por la felicidad de nuestras mascotas, pero también por su vida y su bienestar. De hecho, es un deber que recogen las ordenanzas de algunas ciudades como Sabadell. Vivir en un piso en una ciudad, como la inmensa mayoría, y tener gato implica asumir una serie de medidas por su seguridad y por la de los demás. Por ejemplo, deberemos asegurar el balcón con una red protectora para que a nuestra mascota no le dé por hacer el salto del ángel (los gatos no conciben que pueden encontrarse en un octavo, quizás porque en el fondo saben que siempre caen de pie). A cambio, deberemos equilibrar la energía que no puedan gastar estando de farra de otras formas, como jugando con ellos.

En Progat, especialmente en estas fechas, en que hay más adopciones, siempre dan consejos así. Ellos, como tantas otras asociaciones, son animalistas de verdad, no de los que viven en una especie de mundos de Yupi donde lo principal es la libertad, por encima del bienestar e incluso la vida de los animales. Al fin y al cabo estas asociaciones no solo alimentan a los gatos de la calle, sino que también son, a menudo, a quienes recurren aquellos que encuentran el cuerpo de un gato sin vida, con collar pero sin chip, como ocurrió recientemente en Deltebre. Ven la realidad felina sin filtros, y piden muy poco: solo que seamos responsables de nuestras mascotas.

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