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David Ventura

Para empezar

David Ventura

¿De los nuestros o de los otros?

Son muchos los que, al enterarse de la defunción de algún personaje público, preguntan: «¿este era de los nuestros o de los otros?», para saber si toca apenarse o no. Las víctimas, en este país, se patrimonializan y se utilizan sin escrúpulo. El drama que viven los vecinos del Don Pepe es un ejemplo de manual. En el PP claman por unas familias que se quedan en la calle, cuando no se recuerda que arquearan ni una ceja ante los miles de desahucios que se ejecutan por orden de los fondos buitre y las entidades bancarias (que en muchos casos son lo mismo). Resulta doloroso que actitudes parecidas se reproduzcan en la izquierda, máxime cuando hicieron de este tema -el de las familias que, por causas sobrevenidas, se quedan sin hogar- en su bandera. Ahora, su reacción es excusarse, encogerse de hombros, lamentarse y musitar: «no se puede hacer más». ¿Se imagina lo que dirían si en el ayuntamiento de Sant Josep gobernara la derecha? Así funcionan las cosas. Cuando alguno de ‘los nuestros’ es víctima de una injusticia, apelamos a la empatía por el drama humano, las lágrimas y el dolor del vulnerable. Cuando se trata del dolor de alguien ‘de los otros’, entonces es un incordio que conviene ignorar, como cuando te molesta el ruido de la calle y cierras la ventana.

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