Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lucía Perán Alcázar

Pis de gata

¡Algo se nos viene encima! Esto es lo que pienso cada vez que voy al supermercado, a comprar algo concreto, y está la estantería vacía. Me entra un sudor por la espalda que me baja hasta la corva. Una balda vacía transporta mi mente a aquellos días en los que no había suerte al comprar papel higiénico, harina u otros determinados productos. Yo buscaba papel higiénico, cuando mi último rollo pintaba en bastos, y harina, harina no compré. Bueno, como ya saben, suspendí el confinamiento. Ni llené la dispensa de papel de limpiar nuestro íntimo, ni tampoco me encerré haciendo bizcochos, panes o boquerones rebozados. De los boquerones con gabardina me gusta hasta su forma de mirar. No, no hice nada de lo que supuestamente debía hacer y por eso fui de cabeza a la repesca, y tampoco aprobé. Hace unos días, tras tres supermercados visitados buscando arena para la gata, fui a un cuarto y tampoco encontré. Mi pregunta es: ¿Es esto el comienzo de algo? ¿Me he perdido algún episodio? De lo contrario solo me resta pensar que la arena pis de Sixtina tiene otros usos que desconozco. Ayuda por favor. Lo mismo se utiliza para revestir los cordiales navideños. No lo sé.

Compartir el artículo

stats