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Rita Planells Ferrer

El caos en Santa Eulària: de la propaganda a la mentira

Acostumbrados nos tiene el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu a los posados, las continuas apariciones en los medios con motivo de tal o cual festejo, inauguración o entrega de premio. Acostumbrados estamos también al despilfarro de dinero público en obras y compras innecesarias y, por tanto, superfluas (pasarela de Cala Nova, piano pagado dos veces, casa Barrau...), cuando la población viene padeciendo deficiencias y necesidades en ámbitos de tanta trascendencia como la educación o los servicios sociales: Memorables son su negativa a construir un centro de Educación Infantil 0-3 años en Puig d’en Valls alegando proximidad a Vila, así como la ausencia de un albergue, tal como corresponde por ley a los municipios de más de 20.000 habitantes.

En esta época nuestra de transformaciones sin precedentes, de avances científicos y tecnológicos inimaginables hace unas décadas, Santa Eulària sigue anclada, en cuanto a gobierno local se refiere, en lo arcaico y retrógrado, propio de épocas pasadas, con un equipo de gobierno que no solamente no desempeña plenamente las funciones que le corresponden, sino que se basa en la ocultación y la mentira para enmascarar su falta de competencia en las responsabilidades que le fueron otorgadas. Prueba de ello es el bochornoso espectáculo que se vivió el pasado 28 de octubre durante la sesión plenaria, donde los allí presentes fuimos testigos de cómo diferentes miembros del equipo de gobierno faltaron a la verdad al ser requerida cierta información relativa a los centros educativos del municipio y al solar donde debe ubicarse el nuevo colegio. De este modo, preguntados por las fechas y resultados de los Informes de Evaluación de los Edificios ocupados por los centros de educación infantil y primaria (obligado el consistorio a realizarlos por ley en todos aquellos que son de su propiedad), llegaron incluso a negar la titularidad de los mismos, lo cual evidencia que no solo incumplen la ley, sino que se aventuran a mentir ante el pleno para no reconocer dicho incumplimiento.

Ya mayúsculo fue nuestro asombro, en aumento proporcional al grado de indignación, cuando con frialdad e insistencia, todo ello sin aportar prueba ninguna, declararon que el terreno destinado a la construcción del nuevo CEIP cumple las condiciones exigidas, teniendo nosotros constancia de que no se han remitido a la conselleria de Educación por parte del ayuntamiento documentaciones requeridas para poder iniciar la redacción del proyecto, tales como la acreditativa de la titularidad del terreno, el certificado del registro de la propiedad y catastro y la relativa a los informes sectoriales.

Señoras y señores, solo se miente por ignorancia o por maldad, y la mentira dura hasta que la verdad florece. No nos acostumbraremos a ella. Se acabaron los tiempos de opacidad, los períodos de dominio y control de la ciudadanía basados en la falta de transparencia y la manipulación. El votante moderno sabe bien lo que quiere, y a ustedes, que por sus siglas tienen perdida la confianza, solo les quedaba faltar al respeto a esta institución pública que es el Ayuntamiento de Santa Eulària, y con ella a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que representa, tanto los que en su día les votaron como los que no. ¿No es mentir en un pleno una forma de corrupción? Ahora solo les queda asumir su responsabilidad ante hechos tan graves de tanta relevancia política y tomar la decisión más ajustada y consecuente en bien de este municipio y de todas las personas que formamos parte de él.

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