Quizás llegará el día en que un gran combate para la Moncloa se programe pensando más en el público que en el deporte (caso de que boxeo y política lo sean). No deseo que ocurra lo que voy a decir, pero ¿habría mejor remate para una gran velada preelectoral, al filo ya de la medianoche antes del día de reflexión, que un combate dialéctico a 12 asaltos (no a 10), con título, cinturón, bolsa y despacho en Moncloa en juego, entre Isabel Ayuso y Yolanda Díaz? Aunque no es fácil que lo consintieran Casado y Sánchez, ellos podrían hacer de segundos desde su esquina y formar ticket respectivo como vicepresidentes, o bien librar antes del gran combate otro para teloneros que vaya caldeando al público. Con esas púgiles el riesgo de tongo sería próximo a cero, la afición política reviviría y se captarían nuevos públicos. Estoy pensando en una árbitra-moderadora, pero me la callo.