Escondida tras las rejas de un patio de un callejón de Dalt Vila, la bruja Pócima con su escoba saltarina y sus animales de la noche asustan a todo el que ose se acercar sus narices a la verja. Con su decoración de Halloween, que aún se puede visitar, Traspas y Torijano nos animan una vez más a recorrer la ciudad amurallada y disfrutar de sus sorpresas.
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El álbum