Diario de Ibiza

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Víctor Torres Pérez

La igualdad en el deporte

«Debemos eliminar los obstáculos que impiden que

las mujeres puedan crecer en sus carreras deportivas»

Hace unos días asistí a la proyección de la película documental ‘Hijas de Cynisca’, de la directora Beatriz Carretero, organizada por el Ayuntamiento de Ibiza. La película, que recomiendo ver y escuchar, cuenta en primera persona las historias y experiencias de diferentes deportistas de distintas disciplinas y analiza la situación de la mujer dentro del ámbito del deporte. Son historias de destacadas mujeres deportistas que denuncian situaciones de discriminación, desigualdad y exclusión, situaciones que te impactan, te indignan y te hacen meditar. Porque cuando nos ponen delante del espejo como sociedad y vemos y escuchamos en primera persona las injusticias que sufren diariamente las mujeres en el deporte y que hemos normalizado, es como si te dieran una bofetada de realidad. Y la realidad es que estas historias se producen todos los días a nuestro alrededor como quedó de manifiesto en el posterior coloquio que tuvo lugar al finalizar la proyección, en el que además de la directora participaron destacadas deportistas locales que contaron sus propias experiencias.

La desigualdad de género en el deporte es una situación a la cual las mujeres se han tenido que enfrentar desde siempre. La perspectiva de género nos tiene que ayudar a entender cómo las mujeres, a lo largo de la historia, no han gozado de las mismas oportunidades que los hombres y que, a pesar de los avances, todavía se continúan viviendo muchas injusticias. Las mujeres siguen siendo discriminadas y excluidas a la hora de poder acceder a puestos de responsabilidad en la dirección y la organización deportiva, donde su presencia sigue siendo anecdótica, reciben una escasa cobertura y reconocimiento por parte de los medios de comunicación, sufren la precariedad laboral, la desigualdad en las ayudas recibidas, la brecha salarial, la diferencia en el importe de los premios, dificultades en el acceso a las instalaciones deportivas y los horarios de uso de las mismas y, muy especialmente, las discriminaciones durante la etapa de maternidad. Y estos son sólo algunos ejemplos de las muchas barreras invisibles a las cuales continuamente se enfrentan todavía hoy a diario las mujeres en el deporte.

Debemos trabajar para cambiar los estereotipos y prejuicios de género, que con el paso del tiempo, la sociedad ha interiorizado y normalizado. Debemos eliminar los obstáculos que impiden que las mujeres puedan continuar creciendo a nivel profesional en sus carreras deportivas o conseguir lugares de responsabilidad en el ámbito deportivo. Debemos conseguir que las niñas tengan referentes y un espejo a imitar en su etapa de formación, para que vean un futuro en su carrera deportiva.

El deporte es una herramienta muy poderosa, a nivel educativo y mediático, que debemos usar como motor dinamizador del cambio social para contribuir a promover la igualdad entre mujeres y hombres. Lograr la igualdad en el deporte tiene que ser un objetivo prioritario dentro de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Y este cambio tiene que impulsarse a través de medidas concretas por parte de las instituciones, incorporando la perspectiva de género en la planificación de sus políticas, en su actuación en el día a día y en su forma de comunicar. Tenemos que establecer, en la Administración pública, actuaciones orientadas a identificar, analizar y corregir las situaciones de discriminación, desigualdad y exclusión que sufren las mujeres en el ámbito deportivo, y promover la igualdad entre hombres y mujeres en el resto de los sectores implicados en la gestión deportiva.

Desgraciadamente, todavía nos queda un largo camino hasta alcanzar la meta de esta, demasiado larga, carrera por la igualdad en el deporte. Avancemos hasta llegar a ella.

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