Soléis salir poco en las fotos de rescates, que la noticia reserva en general a los rescatados, todavía con un gesto de dramatismo en el rostro. Y así debe ser, pues ni vuestro trabajo es buscar protagonismo ante los demás o ante vosotros mismos ni ese culto al ego os conviene. Pero sois tan importantes para todos que a todos conviene que no arriesguéis más de la cuenta. ¿Cuál es esa cuenta?. Está claro, el cumplimiento de los protocolos y medidas de seguridad que dicta vuestra técnica, con entrega total y la mayor profesionalidad pero sin heroísmos. Ser heroico a diario es, por pura estadística, garantía de tragedia, y no podemos correr el riesgo de perderos. Una parte de los rescates son de jugadores de deportes de riesgo que no lo han medido bien, o lo miden contando con que estáis ahí de red. Hay que intentar salvarlos, claro, pero sin que os juguéis la vida en cada intento.