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Pedro de Silva

En corto

Pedro de Silva

En una galaxia muy, muy lejana

Todo lo relativo a la negociación del Barça con Messi, el despido de este y el inmediato fichaje por el PSG sucede en el espacio sideral, un medio cósmico incomprensible para la mente humana, tan incapaz de imaginar en qué se pueden gastar 30 o 50 millones de euros al año como de calcular un año luz. El nombre de “galácticos” para jugadores y equipos que han superado la gravedad y pasado a ese medio es un acierto. El corazón de un galáctico es una caja fuerte de alta seguridad, pero aún les queda en la memoria un rastro de emociones, igual que un miembro amputado causa dolor a veces. El de Messi, visible en sus lágrimas, le ha durado 24 horas. El espectador, por fan que sea de La Pulga, podría conmoverse mejor al observar, tendido de noche en el suelo, las llamadas ‘Lágrimas de San Lorenzo’, lluvia de estrellas que estos días nos regala el paso del cometa Swift-Tuttle.

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