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Mª Luisa Cava de Llano Carrió

Indultos para quienes aportan votos y denegación para quien no los aporta

Han denegado el indulto al ibicenco José Juan Cardona y reconozco que en estos momentos la indignación me puede.

Cuando en marzo de 2.020 me enteré por los medios de comunicación que el abogado Francesc Jufresa iba a solicitar el indulto de los condenados como dirigentes del Proceso Independentista Catalán, pensé, que era el momento de solicitarlo para J.J.C., por lo que, con su consentimiento y como miembro de la Pastoral Penitenciaria de Cáritas, así lo hice, presentando el 31 de marzo de 2.020, la solicitud ante el Ministerio de Justicia.

En ese tiempo, decretado ya el (inconstitucional) estado de alarma, en pleno confinamiento, es decir, con prohibición de circular por las calles salvo excepciones de necesidad o urgencia, pudimos recoger en diez días, mediante un formulario digital, ya que no podíamos salir a buscarlas, más de dos mil firmas de ciudadanos de toda Baleares que presenté ante el Ministerio de Justicia para que se unieran al expediente y sirvieran para demostrar que existen en estas islas muchas personas que consideran que ocho años de privación de libertad (que son los que lleva cumplidos) son un castigo suficientemente duro y quisieron mostrar su adhesión a la petición de indulto.

Hay que recordar que el ibicenco J.J.C. (Pepe), en los tiempos que ocurrieron los hechos Conseller de Comercio, Industria y Energía del Govern Balear, fue condenado a la desmesurada pena de dieciséis años de privación de libertad por el conocido como “Caso Escala”. J.J.C. nunca admitió la comisión de los delitos que se le imputaban y exigió para demostrar su inocencia la celebración del juicio, sin querer pactar con el Ministerio Fiscal una reducción de la condena, en ese “mercadeo” que tanto gusta a los operadores jurídicos (jueces, fiscales y abogados), para evitarse muchas horas de arduo y laborioso trabajo; convencen a los justiciables para que se conformen con una reducción de la pena, se dicta sentencia de conformidad, no se celebra el juicio y caso resuelto.

El resto de los imputados en la misma causa “negociaron” con el fiscal y pactaron un máximo de cinco años de privación de libertad, estando hace años todos ellos en la calle, pese a que sobre alguno de ellos pesaba una petición inicial de veinte años de condena.

Alegamos como motivos para la solicitud de indulto que J.J.C. (Pepe) era un interno primario carente de antecedentes penales y policiales y que desde su ingreso en prisión no solo no se le ha incoado expediente disciplinario o sancionador alguno, sino que ha recibido más de cien recompensas por su comportamiento (espíritu de trabajo, sentido de la responsabilidad y participación positiva en múltiples actividades), alegando también la desmesurada pena de privación de libertad impuesta, (con quiebra a mi modesto entender del principio de proporcionalidad de las penas), así como varios motivos más, que no han sido tenidos en cuenta por el Consejo de Ministros, ni han merecido el más mínimo comentario por su parte.

J.J.C. (Pepe) es para el Gobierno un cero a la izquierda, no existe, es invisible por una sola razón, “no tiene ningún cambalache que ofrecer”, ni ningún voto que sirva al Presidente, para mantenerse en el poder.

En la notificación de denegación del indulto textualmente se dice lo siguiente: “Se comunica que el Consejo de Ministros, en su reunión del 15 de junio de 2.021 ha acordado no conceder el indulto solicitado”, nada más, ni siquiera un motivo que justifique la denegación, absolutamente nada, silencio vacío, ni siquiera dos líneas, el personaje no da votos y por lo tanto no hay que tomarse ninguna molestia en vestir la denegación. La fecha de denegación es significativa se produjo siete días antes de la concesión de los indultos a los secesionistas, supongo que por el sonrojo que les hubiera producido denegarlo el mismo día.

Veamos ahora la diferencia de trato con los “presos independentistas del Procés”:

El 1 de octubre de 2.017, los independentistas organizaron un Referéndum ilegal. El 27 de octubre, proclamaron la república catalana. La grave situación obligó a tener que intervenir la autonomía de Cataluña para salvaguardar la unidad de España mediante la aplicación del Art. 155 de la Constitución. La sentencia de octubre de 2.019 condenó a Junqueras a trece años de cárcel y otros tantos de inhabilitación por sedición y malversación de dinero público. Las penas restantes oscilaron entre nueve y doce años. Es decir, que los hechos cometidos afectaban, según la sentencia del Tribunal Supremo a la unidad de España, en un intento de subvertir el orden constitucional, dividiendo a la sociedad catalana y urdiendo un auténtico golpe de estado.

Sánchez justificó los motivos para la concesión de los indultos en términos como “concordia”, “perdón”, y en la “utilidad pública” que suponía para Cataluña su concesión, cosa que no cree el 67 % de los españoles, que consideran que el motivo era la “utilidad privada de Pedro Sánchez para asegurarse los votos de los trece diputados de Esquerra de Cataluña y así permanecer en la presidencia hasta finalizar la legislatura”, no importándoles el informe en contra de la Fiscalía y del Tribunal Supremo.

Cuando salieron de la cárcel ya indultados, lo hicieron dando coces al Gobierno y al pueblo español, diciendo que lo volverían a hacer y manifestando que “el indulto es un triunfo porque demuestra las debilidades del Estado (Junqueras); y que “con el indulto no acaba nada, la lucha continua y la solución pasa por autodeterminación” (Jordi Cuixart), y estoy convencida de que lo conseguirán, porque tal y como le espetó el Diputado de Esquerra Republicana Rufián a Sánchez en el Congreso de los Diputados … “sólo es cuestión de tiempo”. Los indultados días después de serlo marcharon a Bruselas a celebrarlo con Puigdemont e iniciaron una campaña europea para seguir desprestigiando a España. Resulta cómica, por no decir patética la creación de un Fondo por parte de la Generalitat de Cataluña que les avale para responder ante el Tribunal de Cuentas de los 5,4 millones que les reclama por el despilfarro de propaganda exterior, es decir, que no solo no pagan, sino que posiblemente lo vamos a pagar todos los españoles,….y aquí no pasa nada, Sánchez y sus socios se volverán a sacar algún conejo de la chistera para justificar este despropósito.

Ya han comenzado las reuniones de la llamada “mesa de negociación” entre Sánchez y Aragonés, es curioso observar como los autores de una insurrección contra la unidad del Estado, de pronto se convierten, de igual a igual, en interlocutores democráticos. Pepe, lógicamente no tiene nada que negociar, ni interlocutor válido que le respalde, por lo tanto….. al trullo.

¿Qué es lo próximo para Sánchez? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar con tal de permanecer en la Moncloa?, ¿indultará también próximamente a los etarras que permanecen en prisión…?. “denle tiempo”. ¡Qué triste es ver a un Presidente del Gobierno, perdonando delitos muy graves, cometidos por los secesionistas, hincándose de rodillas ante ellos, regalándoles unos inmerecidos indultos, humillando al Tribunal Supremo y a la Fiscalía, pero denegándoselo a J.J.C. sin que para él haya ni piedad, ni perdón, ni indulto alguno, ni siquiera parcial.

Si Sánchez dice que la revancha no es un valor constitucional y que lo que en un momento fue castigo, ahora debe ser concordia y generosidad, me pregunto ¿esto lo dice para todos o solo para los que le chantajean y le proporcionan votos?.

Vivimos en una sociedad en la que para algunos, todo vale, donde nada tiene consecuencias, y el poder del olvido es rápido, pero a mi y a muchos ciudadanos de Baleares que se adhirieron a la petición del indulto de J.J.C. nos va a costar olvidar esto.

Pepe, permíteme que te dé un consejo …. hazte “independentista”; humilla, chantajea, extorsiona, chulea, y ridiculiza como ellos al Presidente del Gobierno, porque si no es así, me temo que seguirás por mucho tiempo en el trullo.

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