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Antonio Pérez Pérez

Armengol no salva la vida del DJ

Hace casi tres años, el periodista Xescu Prats en un artículo de opinión titulado ‘Los músicos y los espabilados’ terminaba diciendo lo siguiente: «Afirmar que los disc-jockeys son músicos es poco menos que considerar artistas a los fabricantes de pintura plástica. Músico es el que toca un instrumento y, por ahora, la mesa de mezclas no pasa de cacharro sofisticado. Que nadie se deje engañar: una cosa son los músicos y otra los espabilados».

Parece ser que la Dirección General de Emergencias e Interior del Govern balear, con la presidenta Francina Armengol como responsable de este, se ha tomado al pie de la letra el comentario anterior de que un DJ, para poner música, solo toca unos cuantos botones en un «cacharro sofisticado».

Con la excusa de ejecutar la normativa actual vigente para la contención de la pandemia de la covid, el Govern ha prohibido la presencia del DJ en cualquier local en Baleares, aunque sea en un funeral para poner la marcha fúnebre. O lo que es lo mismo: el Govern quiere acabar y aniquilar de manera fulminante con la profesión y la figura del deejay. Para el Gobierno Balear, y también el central, el DJ no es artista ni músico y no puede permitirse que estos pongan música en hoteles, restaurantes, clubs o bares. Todo prohibido.

Así lo hace ver al final de este escrito. Concluyen, con toda la cultura sobre su mesa, que la actuación de un DJ es una actividad de entretenimiento por medios mecánicos o electrónicos propia de sala de fiesta, sala de baile, café-concierto, discoteca, y bar de copas. Así que esta actividad no se puede considerar ni música ambiental ni tampoco música en vivo.

Con esto, el Govern da a entender que en cualquier lugar donde haya un DJ, este la lía; y eso, según ellos, hay que eliminarlo sin más, haya covid o no lo haya. Por supuesto, se equivocan de pleno.

En su comunicado habla, asimismo, de que “la música ambiental en los establecimientos no puede superar los 60 decibelios”. Esto lo conoce muy bien y lo sabe hacer un profesional como es un DJ. ¿Los del Govern en general, acostumbrados a viajar de un lado para el otro, no han pasado nunca por el hall de un hotel o han salido de compras a un comercio donde hayan podido ver, si es que ven algo, un deejay pinchando música de ambiente a menos del nivel de decibelios permitido por la OMS? Y no me refiero a la música que suelen poner en los ascensores de hoteles y centros comerciales.

«El Govern da a entender que en cualquier lugar donde haya un DJ, este la lía; y eso, según ellos, hay que eliminarlo sin más, haya covid o no lo haya»

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Si ustedes, políticos de Baleares, fueran DJ (Dios no lo quiera) no podrían trabajar de ninguna de las maneras en los Plenos del Govern, ya que todos, sin excepción, vociferando como si estuvieran poseídos como niña de la película de ‘El Exorcista’, superan con creces el nivel de sonido autorizado en un lugar cerrado. Incluso, diría yo, que también en un lugar abierto.

Permitir que estos locales citados en el comunicado sigan cerrados durante la temporada de verano y obligar a que los DJ no puedan ejercer su profesión, es un auténtico error. No se quejen y culpen a la ciudadanía si, luego, esto se desmadra por calles, playas, hoteles, apartamentos, casas y cualquier otro lugar del archipiélago balear, y la policía termine totalmente desbordada para poder dominarlos.

Lo más fácil sería tener a autóctonos y turistas controlados en locales y, obvio, respetando las medidas de seguridad sanitarias, en lugar de convertir Baleares en un territorio peor que Sodoma y Gomorra.

La temporada estival está cada vez más cerca, y cada vez queda menos tiempo de reflexión y de reacción por parte del Govern.

Con esta nueva negativa lo único que van a conseguir es matar a la profesión del DJ y al deejay en particular, ya muy tocado en esta pandemia por no recibir ningún tipo de ayudas por parte del Gobierno Central.

Piensen un poco. Ustedes ya lo tienen todo salvado. Los DJ no.

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