Una querida amiga anda compungida: va a celebrar hoy su cumpleaños y, con tantas restricciones, no lo ve claro. Invitará a poquitos al restaurante y tendrán que sentarse en mesas separadas. Y habrá que ir con ropa interior de franela, chubasquero y katiuskas con esta primavera invernal.
Pero he dado con la solución: que lo celebre en el Ayuntamiento. Si dice que es amigueta de la presidenta Armengol y del alcalde Ruiz, le ponen mesa y mantel. En el salón de plenos estarán bien calentitos y a salvo de vecinos chivatos.
Con suerte, incluso ha sobrado algo del ágape que el otro día ofreció el Consistorio a la presidenta, su séquito y unos cuantos empresarios: nueve personas en total y bajo techo. Un lujazo en estos tiempos. La presidenta y el Ayuntamiento dicen que fue una comida de trabajo.
Me la imagino así:
-Empresarios: ¿Cuándo revisará el Govern las restricciones en Ibiza?
-Armengol: Què bones aquestes panades mallorquines
-Ruiz: No la vull contradir, però diria que són cocarrois.
- Empresarios: Presidenta, lo de las restricciones....
-Armengol: ¿Restricciones, qué restricciones? Passa’m un crespell que tenen una pinta...
-Ruiz: Juraria que són orelletes, sense ànim d’ofendre.
Amiga, llama a Vila. Cumpleaños de trabajo asegurado.