La UD Ibiza-Ushuaïa Volley consiguió este pasado sábado la permanencia en la Superliga masculina de voleibol tras una pésima temporada, la peor del equipo ibicenco desde que milita en la máxima categoría del voleibol masculino español, en la que debutó en la campaña 2012-13. Es cierto que no ha sido una campaña fácil, marcada por el covid y plagada de inconvenientes para la entidad que preside Mariano Esteban. Pero en la junta directiva, a la que hay que agradecerle que esté trabajando en el club por mantener el voleibol en Eivissa y se esfuerce de forma desinteresada, deben también hacer autocrítica y ver qué errores se han cometido para no volver a repetirlos. Se comenzó el curso hablando de que se contaba con la mejor plantilla de la historia para el primer equipo y se soñó con grandes logros, pero se ha acabado sufriendo como nunca se había hecho hasta ahora. Igual habría que ser más prudentes en el futuro, teniendo en cuenta que en el voleibol nacional hay ahora mismo clubes que parecen inalcanzables, como el Unicaja Almería y el CV Teruel. Además, hay otros con mucha solera como el Palma, o algunos emergentes como el propio Manacor. Al menos, Eivissa volverá a tener un equipo en la élite del vóley. Lo contrario habría sido un desastre.
