Si está usted leyendo este artículo quiero que sepa que ha costado un esfuerzo de imaginación para intentar huir de una situación real y llegar a una situación que a todos nos parece irreal. Quién nos lo iba a decir, a usted y a mí, que a finales de enero estaríamos en Formentera a más de un centenar de contagiados por el covid19. Además, la luz del túnel de julio, incluso la del 1 de diciembre, se ha vuelto apagar. Lo peor es que no sabemos si se volverá a encender, será porque no hemos pagado los recibos, porque el precio de esa luz se ha puesto por las nubes a causa del mal uso de los interruptores por parte de algunos que en su 'maldita soberbia' proclaman lo de: «eso no va conmigo». Sí, va contigo, porque en el fondo va conmigo y si tú a ti no te importas. Yo a mí si me importo y mucho. Pero también me importan los míos, incluso los tuyos, aunque a ti no te importen. Un trabalenguas que define actitudes. Porque en el fondo todo esto se trata de actitudes. Las de los que no quieren entender la gravedad del asunto y los que hemos llegado al miedo escénico de una enfermedad que para muchos (demasiados) se ha convertido en la morada final, con pago anticipado en una ventanilla a la que ninguno queremos acudir antes de tiempo. Ni el viento de 'Hortensia', ni el de 'Ignacio' han sido capaces de aventar el 'bicho', ni a los 'bicheros'. De haberlo hecho (con estos segundos especialmente) tendríamos un escenario diferente. Con toda seguridad estaríamos hablando de otros temas que sin la importancia de éste, nos llevan a una sonrisa en vez de a una mueca de tristeza, por aquellos que nos han dejado, por aquellos que lo sufren e incluso por aquellos que desde la irresponsabilidad son los responsables del desaguisado.
En esta fase 4, donde solo puedes reunirte en Formentera con algún conviviente y cuatro amigos, del mismo o diferente sexo. El idioma se llama covid 19, o la cepa británica (la pérfida Albión) con lo bonito que es el catalán, su versión en formenterer y el castellano para hablar de cosas con sustancia o banales (si procede) alrededor de una buena comida entre amigos en la que el menú incluye bebida, postre y trazos de Biden, Trump o de alguna serie en las plataformas de pago, ¿no has visto Gambito de Dama? Tú te lo pierdes. Ya lo ven... no está todo dicho.