Resulta que Ibiza es la isla balear con menos boyas ecológicas instaladas por el Govern, por detrás de Menorca e incluso de Formentera, que en protección del medio ambiente va a la velocidad del rayo para bochorno de los políticos ibicencos. Es sólo uno de los muchos datos que evidencian el nulo respeto que se le tiene a la naturaleza en esta isla, normalmente por ese amor tan desbocado que algunos demuestran por el dinero y que alimentan con su admirable capacidad para no entender un carajo de qué va esto. Si no hay posidonia no hay aguas cristalinas y sin aguas cristalinas no se alquilan barcos y no hay tripulaciones que se gasten el pecunio en los chiringuitos. Una ecuación sencilla que no obstante no entra en esas mentes iluminadas que responden que el problema son los vertidos. Que sí, que también, ¡pero las anclas arrasan sin contemplaciones praderas que no se recuperarán en décadas! Pero el problema es más profundo. En Ibiza hay decenas de normativas para intentar controlar los desmanes que se producen en su territorio, pero no hay medios para controlar su cumplimiento. Es como si te dan una pistola sin balas para un duelo. Puedes amenazar, insultar e incluso escupirle en el ojo al contrario. Pero estás jodido...

@cesaradame