El mundo del deporte, y del fútbol en particular, está de luto desde ayer por la muerte de Diego Armando Maradona, el eterno diez y el que para muchos ha sido el mejor futbolista de todos los tiempos. Se nos ha ido la persona, pero siempre nos quedará el recuerdo de lo que hacía en un campo de fútbol, que no era otra cosa que pura magia con el balón y auténticas diabluras y genialidades sólo al alcance de los elegidos como él. Debo reconocer que cuando Maradona estaba en el apogeo de su carrera deportiva un servidor era un chiquillo que todavía no vivía con excesiva pasión el fútbol, pero por mi memoria sí que pasan sus últimos años en el Nápoles, o la derrota de su Argentina en la final del Mundial de Italia ante la Alemania de estrellas como Brehme, Voller, Matthaus o Klismann. También recuerdo su paso por el Sevilla y su expulsión del Mundial de Estados Unidos por dopaje. Viví su declive como deportista y como hombre por su devastadora relación con las drogas. Esa faceta oscura que también tuvo Maradona. Pero gracias a las videotecas y hemerotecas pude conocer su grandeza deportiva. Me quedo con ella, con el Maradona estrella, el que hizo felices a millones de aficionados al fútbol. Descansa en paz, Diego. Se nos fue un mito.

@ fcomurillolopez