La cifra de embarazadas mayores de 40 años se ha incrementado más de un 90% en la última década en Balears, según el Ibestat. Este dato contrasta con el hecho de que el Servicio de Reproducción Asistida de Can Misses no atienda a mujeres que ya han cumplido esa edad, como si no tuviesen los mismos derechos a ser madre al haber traspasado la fatídica barrera de la cuarentena. Por otra parte, al incrementarse la edad de la gestante la posibilidad de que el feto pueda padecer alteraciones cromosómicas es mayor. Dentro de estas anomalías se encuentra el síndrome de Down, de Edwards o de Patau. Existe una prueba no invasiva, el test prenatal a través de un análisis de sangre de la madre que detecta cualquiera de estas cromosomopatías. Cuesta entre 600 y 800 euros y evita la temida amniocentesis, una práctica invasiva que puede provocar un aborto. El test genético de embarazo lo cubre la Seguridad Social en autonomías como Andalucía, Cataluña o Galicia. Pero si vives en Balears te lo pagas de tu bolsillo. Desgraciadamente, este Govern, con una presidenta y una consellera de Salud mujeres, aún no se ha preocupado de poner este asunto sobre la mesa y mujeres con pocos recursos tienen que afrontar este gasto que en otras regiones ya cubre su sistema sanitario público.

@Veroxs