El alquiler turístico no da problemas. No hay nada mejor que convivir, pared con pared, con una horda de visitantes. Es tan maravilloso escuchar reguetón y gritos etílicos hasta las tres o las cuatro de la madrugada... Además, colaboran activamente con la mejora de las instalaciones de los edificios: impulsan el cambio de cerraduras de los portales y la sustitución de los espejos de los ascensores y las barandillas de los balcones. ¡Si hasta favorecen la salud cardiovascular de los residentes! Nada como alguien confundido tratando de entrar en tu casa de madrugada o insistiendo en el portero antes del amanecer para poner a tono tu corazón. Y tu buen humor, ya puestos. I love touristic rental! ¡Viva el alquiler turístico! Este enero estoy por pedirles a los Reyes Magos más vecinos que alquilen a turistas. Por días. Que metan a diez personas en sus apartamentos de 60 metros. Una balsa de aceite, oye. Eso aseguraron propietarios y expertos en el pasado congreso de viviendas vacacionales celebrado en Jesús. Es tan fantástico vivir en un edificio con alquileres turísticos que no entiendo cómo no hay una ley que obligue a los propietarios que lo practican y a los abogados que los defienden (y que denuncian las inspecciones del Consell) a vivir en el mismo bloque. Para que disfruten ellos también de las bondades de tener pared con pared un alquiler turístico.