A partir de mañana, una vez que los resultados de las elecciones de hoy hayan certificado la voluntad democrática de los ciudadanos, la capacidad para llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas va a marcar el nuevo mandato. En algunos consells y ayuntamientos el ganador de las elecciones no podrá gobernar si no pacta con otros partidos; y es posible que en algunos casos la formación más votada se quede en la oposición durante los próximos cuatro años, como ya ocurrió con el PP en el Consell de Ibiza o en los ayuntamientos de Vila y Sant Antoni. El diálogo y las vías que propicien la negociación y el entendimiento serán fundamentales para que la acción de gobierno se traduzca en beneficios para la ciudadanía y no se atasque en luchas partidistas infructuosas que echan a perder la gestión institucional.

Las elecciones de hoy vuelven a estar marcadas por la incertidumbre de unos resultados que en ocasiones dependerán de un puñado de votos. Porque un escaño se obtiene con pocos sufragios y puede dar la llave de la gobernabilidad. Por tanto, una vez más es preciso hacer un llamamiento a la participación como forma de mostrar la implicación cívica y responsable de los ciudadanos en la gestión pública.

Es un momento clave del sistema democrático: la elección de los representantes de la voluntad popular en las instituciones; de los responsables de gestionar y mejorar los asuntos públicos, que nos atañen a todos. El voto es un derecho de los ciudadanos, que debemos ejercer con responsabilidad y conscientes de su trascendencia fundamental. Es preciso insistir en la importancia de las elecciones europeas, en las que tradicionalmente la abstención es más alta porque parece que la política de la Unión Europea se percibe como más lejana.

Sin embargo, nunca como ahora ha sido más importante la existencia de una Unión Europea con objetivos y políticas comunes, frente al auge de una extrema derecha nacionalista e insolidaria que persigue acabar con los beneficios, prosperidad y el progreso que ha representado la unidad de los países europeos a lo largo de las últimas décadas, y se ha materializado en notables mejoras para los habitantes de los países miembros. Es de esperar que esta vez aumente notablemente el voto en las elecciones europeas, que en convocatorias anteriores languidecía, dada su coincidencia con los comicios locales y autonómicos. Si esta previsión se confirma, será una gran noticia para todos.

Por otra parte, los nuevos gobernantes que salgan de los comicios de hoy deberán enfrentarse desde el Govern balear, los consells y los ayuntamientos al gravísimo problema de la falta de vivienda a precios asequibles en las islas. Esta debería ser una de las prioridades de los nuevos equipos de gobierno, que tendrían que trabajar, en sintonía con los partidos de la oposición, de forma decidida para buscar soluciones a corto, medio y largo plazo. Otro de los retos inaplazables es la definición del modelo territorial y de crecimiento, en base a criterios de sostenibilidad y a la realidad de los recursos escasos existentes en las islas. La política debe ocuparse de las urgencias actuales, pero también sentar las bases del desarrollo de los próximos lustros, y tener en cuenta el legado que vamos a dejar a las generaciones que nos sucederán: nuestra obligación es no dejarles hipotecado su futuro.

DIARIO de IBIZA