El contraste entre la euforia absoluta que reinaba la noche electoral en la sede del PSOE y las caras largas de los candidatos del PP. Mientras unos recuperaban resultados que no conseguían desde hace más de una década, el apoyo a los otros caía con estrépito. Las imágenes hablan por sí mismas y son la versión contraria de las que ofrecía la jornada electoral hace tres años. La misma euforia, la misma decepción, pero con los protagonistas cambiados. La alegría electoral, como en la vida, va por barrios.

La reaparición estelar de Alfonso Molina, el ex teniente de alcalde de Eivissa que tuvo que dimitir después de que el SOIB le abriera un expediente por preguntas irregularidades en una de sus empresas, la noche del domingo. Fue uno de los más activos en la sede del PSOE mientras se esperaban los resultados y no paró de hacerse fotos con todos sus compañeros de partido. ¿Prepara su vuelta a la primera línea?