Ante las noticias publicadas en relación a una propuesta redactada por nuestro equipo de investigadores de la UAB, consideramos el contenido como un ataque gratuito, desinformado, sin rigor y, dado que se quiere desprestigiar nuestra labor, creemos oportuno realizar la siguiente respuesta.

Cuando nos encomendaron realizar una propuesta de gestión de las cabras en el islote de Es Vedrà, y para ser rigurosos con la situación, realizamos una investigación exhaustiva de los estudios, escritos, legislación y noticias relacionadas con la situación. Como componentes del mundo científico, nos dedicamos a darle vueltas a los problemas e intentar incluir todos los puntos de vista. El estatus actual de estos animales en el islote es realmente complejo y esto puede suponer realizar propuestas no convencionales. Ante la desafortunada noticia (por no contrastar información, entre otras cuestiones), está claro que nuestra propuesta no le ha gustado a la persona que opina, pero nos gustaría saber por qué no se ha contado con nosotros a la hora de realizar su declinación mediante una vía algo más racional que no una serie de noticias publicadas y, además, con una fuente anónima.

Reflexionando un poco hemos llegado a la conclusión de que, actualmente, caer en la descalificación del oponente está de moda y, si lo hacemos con la cara cubierta, más fácil todavía. Sin identificación no hay forma posible de intentar responder, así que nos vemos obligados a recurrir a una comunicación impersonal. Lo más sensato habría sido abrir un debate saludable entre ambas posiciones para llegar a un consenso pero, curiosamente, nos encontramos en plena campaña electoral y algunos 'vicios' son contagiosos a la hora de ganar adeptos. Y si a esto le añadimos el hecho de ocultar parte del contenido de la propuesta presentada y la desinformación respecto a nuestro trabajo, pues ya tenemos la polémica servida.

Hemos de decir que la propuesta incluía dos opciones: una más conservadora con respecto al colectivo de animales ligado al islote y otra más conservacionista con respecto al estatus de la flora. Por lo tanto, se daba también la opción de extraer todos los animales si así lo creían conveniente. Y, curiosamente, esto no ha salido en ninguna de las noticias que hemos leído.

Además, se nos acusa de oportunistas y de intento de engañar cuando se dice que otro proyecto paralelo que estamos llevando a cabo en Cataluña está fracasando. Ya dicen que la ignorancia es la madre del atrevimiento y, en su caso, se lleva el primer premio. Sustentan sus argumentos con unas imágenes de unos jabalíes identificados con las marcas de nuestro proyecto y acompañados con crías para sacar la conclusión de que el proyecto no sirve para nada y que se está tirando el dinero. Y aquí es cuando los científicos tenemos que hacer nuestra labor pedagógica, porque parece ser que, a pesar de realizar todos los procedimientos por las vías legales, asesorados por comisiones y científicos de otros países expertos en la materia y presentando informes con los resultados recogidos, debemos estar detrás de cualquier 'vídeo publicado' o 'artículo de divulgación' para desmentir la información que se refleja. Nuestro proyecto, como cualquier otra prueba científica, incluye animales tratados pero también animales control, definidos como animales a los que no se les aplica el tratamiento a fin de realizar un estudio de forma paralela en animales sin tratamiento. Aparte de que un vídeo como el que se vincula a la noticia no aporta demasiadas 'pruebas', el proyecto pretende saber la duración de la efectividad de la vacuna, ya que su efecto (presencia de anticuerpos) en animales en estudios precedentes duraba 2 a 6 años, por lo tanto, su efectividad puede ser limitada y por ello se quiere realizar este estudio. Les avanzamos un resultado muy interesante, durante todo el año 2018 no hubo ningún accidente de vehículo con jabalíes en el municipio donde se concentraron los esfuerzos del proyecto en un plan integral de acción. Los años anteriores, haciendo lo que se hacía siempre, decenas de accidentes por año. Y eso sí que es contrastable.

Una vez más, lo que se espera de técnicos que tienen un trabajo especializado en una materia es que, si en algo tienen dudas o necesitan más información, se pongan en contacto con el origen de los datos, y no se dejen llevar por escritos sensacionalistas, la mayoría redactados y difundidos por colectivos que tampoco son capaces de contrastar los hechos con la realidad. Se espera también el mismo rigor en algunos medios de comunicación.

Tildar de absurda la propuesta, así como a nosotros de oportunistas, que hemos visto un «chollo» para «seguir chupando» del presupuesto, consideramos que es cruzar el límite de la sensatez y de la profesionalidad. Pese a opiniones como éstas, nuestra posición es firme. Realizar estudios científicos no es absurdo, es otorgar conocimiento. Destinar dinero a investigar posibles alternativas a lo que ya se está haciendo y que no aporta soluciones hoy por hoy, no es malversar, es invertir. Si en pleno siglo XXI debemos continuar defendiendo nuestra labor de ir más allá de la evidencia, de poner en duda lo que ya se hace con el fin de mejorar y de arriesgar en propuestas que nadie se ha atrevido, lo haremos. Esto se llama innovar. Y si nuestra propuesta no progresa porque se rebate con argumentos razonados, estaremos satisfechos de haber abierto un debate. La sociedad avanza en sus percepciones sobre la gestión ética de los animales y taparse los ojos y descalificar es desgraciadamente la respuesta de algunos 'técnicos' y 'periodistas'.