Abrir el grifo y que salga agua es algo tan cotidiano como complejo. El entramado de tuberías y motores que hacen esto posible es una verdadera obra de ingeniería que no llegamos ni a imaginar. El agua pasa a través de nuestro termo y se calienta. Llega a la cisterna del inodoro, la lavadora y al lavavajillas. Recorre la manguera para regar el jardín. Hay sistemas de canalizaciones de agua como el de la Alhambra de Granada que aún siguen siendo estudiados por su complejidad. Si bien nuestra sociedad ha sido capaz de llevar el agua a casi cualquier parte, el reto ahora es gestionar bien este recurso natural. Mañana se celebra el Día Mundial del Agua. Millones de personas comenzarán su día duchándose, llenando la hervidora del agua para tomar un té o programando la lavadora. Pero solo se acordarán del agua si ésta se corta por una avería. En las Pitiusas el agua es un bien más que preciado. El 68,8% por ciento del agua potable que alberga el subsuelo de Ibiza contiene nitratos o cloruros, o forma parte de acuíferos sobreexplotados. Un uso consciente del agua es el desafío al que se enfrentan las islas, en las que cada pequeña acción cuenta, incluso cronometrarse en la ducha. Cada 10 minutos que pasamos bajo la ducha se gastan unos 100 litros de agua. Casi nada.