Opinión

¡Como loros! (Julia NAVARRO

Hay momentos en que que los militantes de los partidos, peor sobre los periodistas afines, lo deben de pasar por lo menos regular. Y es que debe resultar duro tener que repetir como loros algunas de las consignas de sus jefes. En los últimos días hemos conocido la guía de campaña del PSOE en que la consigna es declarar al PP de extrema derecha y presentar a Rajoy como un peligroso extremista. Y los populares, que tampoco se quedan cortos a la hora de inventar barbaridades contra el adversario, repiten igualmente como loros que el PSOE es culpable de las agresiones que en los últimos días han sufrido María San Gil, Dolors Nadal y Rosa Díez. A veces me pregunto cómo será una de esas sesiones de los cerebros de las campañas electorales, da lo mismo el partido, elucubrando sobre qué decir del adversario para dejarlo malparado, pero sobre todo cómo convencer a los ciudadanos de que lo que se les ocurre es una verdad universal. Así que ahora mismo los sufridos ciudadanos escuchamos por doquier que los del PP representan la derecha más extrema, mientras que los populares nos bombardean con un argumento, a mi juicio bastante miserable, sobre que los socialistas son culpables de la violencia que ejercitan algunos jóvenes radicales en el ámbito universitario. Pero lo peor ya digo es que no sólo estos mensajes los repitan los militantes disciplinadamente, es que los seguidores mediáticos de los partidos también repiten estas consignas, así que depende de qué emisora de radio o que periódico se escuche o lea, veremos defender con fruición las consignas de unos u otros.

Yo creo que el PP durante esta legislatura se ha comportado como un partido de derechas duro, olvidándose del centro que ansía representar. Los perfiles de Acebes y Zaplana han contribuido a acentuar esa imagen de derecha radical. Si uno recuerda las declaraciones de los dirigentes del PP a lo largo de la legislatura, comprueba que su modelo de oposición ha sido más destructivo que constructivo. De la misma manera que algunos dirigentes del PSOE que presumían de ser poco menos que San Francisco de Asís han demostrado que mienten con soltura, y que no se les caía la cara de vergüenza cuando afirmaban que no estaban negociando con ETA mientras lo hacían. Vamos, que esta ha sido una legislatura en que ambos partidos nos han dado más disgustos y decepciones que alegrías. Ahora, en la recta final de la campaña, los estrategas de PSOE y PP creen que hay que dramatizar y aumentar la tensión para movilizar al electorado, tratándonos como tontos, puesto que creen que las barbaridades que se les ocurren las terminamos asimilando como si fueran verdades. De aquí al 9 de marzo escucharemos a unos cuantos loros repetir consignas, algunas de las cuales son simples exabruptos, como esa que se le ha ocurrido a los populares de culpar al PSOE de lo sucedido entres Universidades.

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