Un poco más... `Don Pedro´ (José PLANELLS MARÍ)

Como consecuencia de la estancia de la señora ministra Cristina Narbona y las correspondientes declaraciones del presidente del Consell, el señor Xico Tarrés sobre el `Don Pedro´, me permitiré hacer unas peticiones-aclaraciones, ya que por el anterior cargo del señor Tarrés como alcalde de Ibiza durante dos legislaturas, conoce muy bien los problemas de la ciudad y sus alrededores.

El señor Tarrés hizo su petición a la señora ministra de sacar el `Don Pedro´, espoleado supongo por algunos socios de gobierno. Con unos posibles costes de 30 millones de euros, aunque no la compartiría, la comprendería si lo tuviésemos todo hecho y con dinero en caja. Pero no lo comparto porque he visto fotografías de buceadores locales, se ve el casco verdoso y con distintas especies que lo han adoptado como su casa, y pronto será un destino para los buceadores de fuera. Con el 10% de esa cantidad, seguramente podríamos sacar de la bahía de Talamanca el emisario de la depuradora, así como el de la desaladora que esta vertiendo la salmuera a quinientos metros de esta última, cuando lo correcto sería que vertieran una el agua dulce y la otra la salmuera, juntas. Y, dicho sea de paso, ambas desembocan sobre praderas de posidonia, sin que les importe demasiado a los grupos ecologistas.

Al señor Bar le diré que seguramente cumplieron estrictamente el protocolo de actuación en casos como el hundimiento del `Don Pedro´, pero si elegimos a nuestros gobernantes es para que tomen decisiones, aunque para ello tengan que mojarse. Los trabajadores del turismo tuvimos un gran problema en la playa durante todo el verano, con cierto descalabro económico en todos los casos en que la caja dependía directamente de la playa, es decir el 100%. En una reunión en un hotel de la zona con autoridades municipales pedí que si era posible retrasar las barreras flotantes a 100 ó 150 metros de la orilla en vez de estar tan cerca, pero me contestaron que los técnicos lo querían así; pues bien, así las tuvimos, pero a principios de agosto dichas barreras ya estaban rotas por varios sitios, por lo que no servían para nada en caso de fuga, pero sí sirvieron todo el verano para espantar a los usuarios de la playa, tanto locales con visitantes.