Dalt Vila, accesos y obras (Xumeu FERRER / Correo electrónico)

Qué gracia me hizo ver en la edición del sábado cómo los políticos se ponían por un momento dentro de la piel de los minusválidos y jugaban a esquivar obstáculos en Dalt Vila. Pues bien, decirles que cuando den un proyecto a una empresa para hacer algún trabajo en nuestra querida Eivissa, que tengan en cuenta a estos ciudadanos con incapacidades, y si lo hacen en Dalt Vila que sean discretos y no hagan trabajos con tanto impacto como el interior o el techo de Can Botino, la escalinata del Castillo, y el último gran proyecto: la luminaria impactante que han instalado por la zona interior de las murallas que va del Portal Nou al Castillo, que, por cierto, no hace mucho ya se instalaron unas luces más discretas pegadas al suelo y sin impacto, y ahora las sustituyen por las actuales con unos focos demasiado potentes de luz blanca y que quitan carácter a la zona.

Por último, y volviendo a los obstáculos que se encuentran los minusválidos, añadir que uno de los únicos accesos a Dalt Vila que, aunque algo largo y empinado, por lo menos era liso, pues lo cambian por mil escalones; me refiero al túnel des Soto que conecta con la catedral, y donde, por cierto, sustituyeron las luces por unas instaladas en cada escalón, pero sin quitar las ya existentes, que hacen de adorno cutre en el techo de dicho túnel.

Piensen bien antes de usar los presupuestos, y no tanto quitar y poner, que es el dinero de todos.