Alfonso Cabello dejó su sello en la historia del deporte español con una actuación impecable en los Juegos Paralímpicos de Tokio. El rambleño logró en el velódromo de Izu la medalla de oro en la prueba del kilómetro contrarreloj y logró, además, marcar el récord paralímpico y superar el mundial, que él mismo poseía desde 2014. Su crono de 1.01:557 le ratifica como el mejor en esta especialidad, tras dar una lección de resistencia a la presión y de determinación en el objetivo. Fue el último en tomar la salida en las finales. Antes, sus máximos rivales habían dejado muestra de su calidad. Pero ni el británico Cundy -que era el vigente campeón paralímpico- ni el eslovaco Josef Metelka pudieron con él.

Alfonso Cabello Llamas (La Rambla, 1993) eleva aún más su formidable palmarés en su prueba predilecta, en la que renovó el récord mundial -batió en Izu el impresionante 1.01.683 que hizo en el Mundial de Aguascalientes (México), en 2014, a más de 2.000 metros de altura- y en la que figura, sin discusión, como el mejor: tiene en sus vitrinas seis oros mundiales.

Cabello vio cómo 20 ciclistas cumplimentaban el recorrido antes de que llegara su turno. El último y también el mejor. Los compañeros de equipo del rambleño fueron tomando conciencia de la magnitud del acontecimiento mientras la Bala volaba en Izu. Todos saltaban y se echaban las manos a la cabeza. Se estaba produciendo la mejor carrera de todos los tiempos en esta modalidad. Cabello recorrió los mil metros en un tiempo de 1:01.557,y aventajó en 290 milésimas al británico Jody Cundy (plata) y en 3 segundos y 229 milésimas al eslovaco Jozef Metelka. Eran los mismos integrantes del podio en Río de Janeiro 2016, aunque con orden diferente, dado que hace cinco años el vencedor fue el británico y el español ocupó el tercer peldaño del podio, con el eslovaco tercero. Cabello lo dejó claro esta vez.

Un historial formidable

El cordobés conquistó la medalla oro en los Juegos de Londres 2012, con apenas 18 años, firmando una marca de 1:05.947 y batiendo al británico Jon-Allan Butterworth (1:05.985) y al chino Liu Xinyang (1:07.636), los mejores de los 22 participantes en la categoría C5. Su irrupción en alta competición resultó impactante y abrió una era de dominio.

Cuatro años después, en Río 2016, escucho dos veces el himno español desde el podio. El cordobés se hizo con el bronce al marcar 1:04.494, récord paralímpico antes de que el británico Jody Cundy, medalla de oro, hiciese 1:04.492 (tiempo final de 1:02.473 tras la aplicación del factor compensatorio, por ser C4). El eslovaco Jozef Metelka (1:04.194 y 1:06.269 real) se llevó la medalla de plata.

Alfonso Cabello obtuvo una segunda medalla de bronce en la competición de velocidad por equipos C1-C5, junto a Amador Granados y Eduardo Santas. Marcaron el tercer mejor tiempo con 51.011, tras China y Reino Unido, que fue campeón.

"Me siento en una nube"

Alfonso Cabello, extenuado tras el brutal esfuerzo de una carrera mítica, dijo que se sentía "en una nube". "He trabajado durante unos meses muy duros y estar aquí y conseguir el oro es un sueño hecho realidad", explicó el cordobés, quien admitió que el comprobar el rendimiento de sus principales adversarios actuó como un estimulante de última hora. 

"Con la marca que he ganado he rendido a un ciento cincuenta por ciento. Cuando vi las marcas de los rivales sabía que me tenía que esforzar a tope y al final he hecho lo que mejor se me da hacer, dar el cien por cien y demostrar que las barreras están para tumbarlas", zanjó.

El pistard rambleño aún tiene otra opción para subir al podio en Tokio. Este sábado abordará la competición de velocidad por equipos junto a Ricardo Ten y Pablo Jaramillo. También intervendrá el 3 de septiembre en la prueba de ciclismo en ruta, si bien allí contará con menos opciones de luchar por los puestos de finalista.