Tanto Jèssica Vall como Joan Lluís Pons sienten que llegan a la cita olímpica perfectamente preparados gracias, en parte, a este año de más del que han dispuesto para afrontar los Juegos con más garantías tanto física como psicológicamente.

“Si en 2020 ya llegábamos a tope físicamente, con este año de más hemos podido crecer también mentalmente con todos los retos que ha supuesto la pandemia. Esto puede ser un plus a la hora de competir”, asegura el mallorquín.

Ambos vivirán en Tokio su segunda experiencia olímpica por lo que las perspectivas son distintas esta vez: “Más que quitar presión, los segundos Juegos se viven de otra manera. En los primeros tienes mucho foco en poder ir, en la ilusión que te hace poder estar allí y en estos es como que trabajas desde el primer día pensando en lo que quieres llegar a conseguir. Los afrontas con más tranquilidad”, comenta Jèssica, toda una veterana en el agua que en Río llegó a las semifinales de los 100 y 200 braza. El objetivo en Tokio lo tiene claro: “Buscaremos estar en nuestros mejores registros, poder batir nuestras mejores marcas y lo que esto suponga depende un poco de los rivales”.

Joanllu suscribe las palabras de su compañera y ‘maestra’: “Exacto, me gustaría ir a los Juegos y hacer mi mejor marca. Creo que si lo consigo me podría llevar muy lejos”. Lo dice un nadador que siempre tiende a buscar la parte positiva de las cosas y que ya sorprendió en Río metiéndose en la final de los 400 estilos.

Jèssica, toda una veterana

Pese a sus 32 años, Jèssica da la sensación de que cada vez está mejor, ella nos explica por qué: “Hay mucha experiencia y trabajo mental en el sentido de que hay mucho control. Creo que tengo una mayor capacidad de verlo todo desde fuera. La experiencia te da más proyección y si evidentemente hay trabajo físico porque a Jordi (Jou) no le importa que tenga 32 años y sigue metiéndome caña de la buena, pero también hay un trabajo mental detrás”.

El estilista del Sant Andreu se confiesa admirador de ‘Xess’: “Tenerla al lado es siempre un plus”. Mientras que ambos consideran que su entrenador, Jordi Jou, es clave en sus éxitos: “Es un gran gestor de personas que sabe dar con la tecla de cada nadador, darle lo que necesita en ese momento. Somos un grupo muy grande y esto también nos hace fuertes porque más allá de los objetivos que tengamos, lo que prioriza es sacar un diez en el entreno de ese día, da igual si estás entrenando para un campeonato de España o para unos Juegos Olímpicos”, analiza la bracista.

Joanllu reconoce que le preocupa “las pocas competiciones que hemos hecho durante el año de pandemia”. Pese a ello, disfruta del camino hacia los Juegos: “Hay muchos sacrificios y cosas que duelen, pero si estás en el sitio adecuado y con la gente adecuada se disfruta mucho y cuando llega el momento estás contento tanto por haber llegado como por todo lo que te ha llevado hasta allí”.

Para ‘Xess’ no es descartable un podio porque “los sueños no tienen límite, pero es cierto que hay que estar primero en unas semifinales, después en una final y luego hay que pensar en este podio, pero cada uno que sueñe con lo que quiera”.