Después del 'boom' de 'El Príncipe', Hiba Abouk (Madrid, 1986) ha tardado cinco años en volver a la televisión. Lo ha hecho con la tercera temporada de 'Madres. Amor y vida' (Amazon Prime Video) y con un personaje, el de una mujer que denuncia al hospital en el que ha dado a luz por violencia obstétrica, que le toca muy de cerca: en febrero de 2020 la actriz alumbró a su primer hijo y, después de algunos rumores, acaba de confirmar nuevo embarazo.

¿Por qué ha tardado tanto en volver a hacer una serie? 

Me fui a vivir fuera y pude permitirme tener otras prioridades que no fueran hacer una serie en España.

¿Influyó que había dado a luz hace un año y medio para aceptar el papel de Raquel en 'Madres'?  

Sí. A mí la maternidad me ha cambiado la vida y a mí misma. Cuando me enteré de esta serie, supe que tenía que participar de alguna manera, porque en el momento en el que estaba quería hablar de ello. Así se creó la trama para hablar de un tema tan importante y silenciado como la violencia obstétrica.

Raquel es una madre que no solemos ver habitualmente en pantalla, que vive su maternidad de forma angustiosa. 

Ella llega al hospital con mucha ilusión. Siente contracciones, aunque no piensa que se va a poner de parto, pero se pone. Lo afronta como si fuera el día más feliz de su vida pero, lejos de eso, se convierte en el peor porque no se respeta para nada lo que ella quería en el nacimiento de su hijo. En el parto se recurre a prácticas que posiblemente se podrían haber evitado y sufre violencia obstétrica. Es algo que le pasa a muchas mujeres y que te deja completamente descolocada y traumatizada y que, muchas veces, da pie a una depresión posparto y a unas patologías que son difíciles de afrontar, porque, ya de por sí, es bastante complicado convertirte en madre.

¿Conocía el tema o se tuvo que documentar?

Afortunadamente no lo conocía de primera mano. Aunque cuando me quedé embarazada, me dio por leer mucho sobre maternidad y lactancia y alguna noción tenía.

"La violencia obstétrica para mucho más de lo que nos pensamos"

¿Le ayudó a entender el comportamiento de Raquel, que ni siquiera quiere coger en brazos a su hijo? Porque a una parte del público le puede costar comprender la actitud del personaje.

Eso para mí fue lo más difícil. No porque no la entendiera, que sí que lo hacía, sino porque a mí me pasó al revés, mi piel con piel fue eterno, no me despegué de mi hijo en cuanto nació... Rodar esa situación era muy duro, pero es que eso pasa mucho más de lo que nos pensamos y hay que hablarlo.

¿Tenemos idealizado el parto?

No, porque vamos con miedo al dolor, a sufrir, cuando tendría que ser al revés, una experiencia de lo más normal. Lo que se tiene idealizado es el posparto, que es un momento muy difícil, porque de repente llega una criatura que depende solo de ti y, además, es muy difícil gestionarlo todo, porque tienes las hormonas revolucionadas. Tenemos que hablar más de ello y normalizar una depresión posparto y lo que le pasa a Raquel, que no quiere ver a su hijo y no sabe cómo integrarlo a su vida. Y no por eso eres una mala madre o mala persona, sino que forma parte de un proceso hasta que te encuentras a ti misma. Ser madre es la tarea más complicada del mundo pero, para mí, es también la más bonita.

En todos esos casos, ayuda tener referentes.

Cuando me documentaba para esta trama, pregunté mucho a mi alrededor, a mis amigas y a gente que frecuento a diario, sobre cómo fueron sus partos. Y la mayoría había sufrido violencia obstétrica sin saberlo. Sabían que su parto se complicó y no fue como ellas deseaban, pero no sabían que tenían derecho a decidir cómo querían que fuera: que si les tuvieron que hacer una cesárea, que utilizaron fórceps... Creo que muchas mujeres se van a sentir identificadas con esta trama y van a aprender sobre este tema. ¡Ojalá sirva para mejorar la situación!

¿Se ha tomado la vida con más calma después de haberse estrenado como mamá?

Ya me la estaba tomando con más calma. Lo que cambiaron por completo fueron mis prioridades. Ahora las primeras son mi hijo y el bienestar de mi familia. Después viene todo lo demás.

"Me lo pasé genial en el yate de C. Tangana. Había mucho respeto"

¿Ahora vive en París? [La pareja de Hiba es el jugador del Paris Saint Germain Achraf Hakimi]

Sí, desde hace unas semanas.

¿Y cómo lleva lo de separarse de su bebé?

Me empecé a separar de él cuando empecé a rodar 'Madres', cuando tenía 11 meses, porque no había otra opción con las jornadas de rodaje. Luego empecé a rodar otra serie en Francia y mi hijo se vino conmigo. Pero he decidido que este año vaya a la guardería en París.

¡La que se montó este verano con su fotografía en bikini en el yate de C. Tangana junto a otras chicas, como Ester Expósito! ¿Cree que el tema se salió de madre y que las críticas no fueron justas?

Yo respeto todo lo que se diga, porque hay que aceptar lo bueno y lo malo. Estuve ahí para apoyar el proyecto de un colega y celebrarlo con él. Sinceramente, no veo nada de todo lo negativo que dijeron, solo veo cosas positivas. Éramos un grupo de amigas que nos hicimos una foto con él porque quisimos y, como estábamos en un barco, era normal que posáramos en bikini. Y cada una puede adoptar la pose que quiera, no hay más poder que la libertad.

Al cantante le recriminaron que utilizara la imagen de un hombre rodeado de mujeres en un yate como sinónimo de éxito.

Si la gente te quiere cortar las alas, que lleves otra ropa, pues que piensen lo que quieran. Yo me lo pasé genial, había mucho respeto. Y Antón ha demostrado que es un gran músico.