'Amar es para siempre' alcanza su décima temporada en Antena 3. La serie diaria comienza el rodaje de nuevos episodios que contarán con nuevas tramas, decorados y personajes. Para ello, refuerza su elenco actoral con la incorporación de Jon Plazaola, Carlota Baró y Carles Francino como protagonistas. 

Carmen Ruiz, Adam Jezierski, Jesús Castejón, Ane Gabarain, Raquel Espada, Guillermo M. Ortega, Adrea Trepat, Sofía Milán, David Lorente y Lucía Barrado también se suman al reparto de la serie, que cierra el curso como la ficción diaria más vista de la televisión con un 11% de cuota de pantalla y 1,2 millones de espectadores.

Anabel Alonso, Itziar Miranda, Manuel Baqueiro, David Janer, José Antonio Sayagués, Iñaki Miramón, Luz Valdenebro y Ángeles Martin seguirán dando vida a sus personajes.

La nueva temporada de ‘Amar es para siempre’ arranca en septiembre de 1980 con la celebración del cumpleaños del patriarca de Los Asturianos, Pelayo Gómez, y con muchas preguntas en el aire que se desvelarán a lo largo de tan señalado evento.

Sinopsis de la décima temporada

No se sabe qué ha sido del abogado Guillermo Galán. Tampoco qué ha sido de Emma y de Manolín, ni de por qué Sebas languidece y dice querer morirse. Benigna tampoco está muy católica, y es que ha fracasado en todos los negocios que ha intentado montar en el local que la regaló Lorenzo Bravo. Tampoco se espera la llegada de una antigua conocida, doña Visi - Miss Visitation-, que vuelve de Finlandia para alterar la vida del barrio, pero, sobre todo, la de Benigna y Quintero.

Esta nueva temporada cuenta la historia de la empresa familiar Garlo, una importante empresa juguetera, con jugueterías propias, que ayuda a reflejar el auge de este sector en la España de inicios de los 80. Germán, el dueño, está enfermo y parece que su hijo Raúl, pese a estar bien preparado, no tiene la chispa y la creatividad de su sobrino, Francisco. Carmen, la matriarca, es consciente de las virtudes y de las carencias de su hijo, pero guarda un turbio secreto.

Los abogados, Quintero y Cristina, han trasladado su despacho a un piso grande de la calle San Bernardo donde comparten espacio con la psicóloga Sonia Casado y su ayudante, el buscavidas de Medina. Casado escribe un consultorio sentimental para la revista Marlene y dirige una agencia matrimonial: vende como nadie la ilusión y la esperanza de emparejarse y enamorarse, pero su gran contradicción es ser una descreída del amor.