En 'El Cid', Jaime Lorente (Murcia, 1991) vuelve a batallar en pleno siglo XI, aunque él es más bien un hombre del renacimiento, porque no deja de experimentar en diferentes facetas. Después de sus papeles en 'Élite' y 'La casa de papel', ha debutado en la música y con un libro de poesía.

-En esta segunda temporada El Cid se enfrenta a un dilema moral. 

-A muchos. Por fin empieza a plantearse si aquello que le dijo su padre sobre la lealtad era tan importante... Está empezando a darse cuenta de que hay otros valores en la vida igual o más importantes.

-En estos capítulos hay más batallas. ¿Fue un rodaje más intenso? 

-Mucho. Como rodamos seguidas la primera y la segunda temporada, veníamos muy cansados.

-¿En medio de las peleas se olvida uno de las cámaras?

-En algún momento sí. Entre los caballos, la figuración, el humo, las espadas, dices ¡guau! 

-Su personaje, Ruy, tiene que elegir entre su lealtad y su corazón. ¿Usted lo tendría claro? 

-Pues no lo sé... El amor tira mucho. Me tendría que ver en esa tesitura.

-El final de la segunda temporada augura más capítulos. ¿Usted espera continuar en la serie? 

-Me encantaría. Es un personaje al que le tengo mucho cariño, y también a la historia, al equipo que se ha formado... Así que ojalá.

-Todos tenemos una imagen de El Cid por lo que hemos estudiado en el colegio. ¿Ha redescubierto el personaje con la serie? 

-Más que eso: estoy teniendo la oportunidad de darle piel, voz, ponerle un físico, y para mí eso ya es un regalo.

-Nos lo han vendido como el salvador del reino, el conquistador, y en la serie, de momento, es sobre todo un unificador de culturas.

-La historia está llena de recovecos y, al final, la acción también puede meterse en ellos y generar una serie como la que hemos hecho. Creo que nos tenemos que nutrir de lo que haya para contar una historia de ficción como la que hemos hecho aquí.

-Su personaje se convierte en la estrella del momento, un poco como le pasa a los actores. ¿Ve paralelismos?

-Sí, con nosotros pasa un poco igual. Uno trabaja para contar historias y la fama y la exposición vienen un poco seguidas.

-¿Se acostumbra uno a la fama?

-Convives con ella. Aprendes a hacerlo después de mucha terapia y mucho trabajo con uno mismo para sacar lo positivo, que hay mucho, claro.

Jaime Lorente: "Aprendes a convivir con la fama después de mucha terapia"

-¿Le ayudó mucho la terapia?

-Muchísimo, me parece maravillosa. Hace que te conozcas a ti mismo y te permite encontrar herramientas para controlarte y manejarte.

-¿Tiene buen ojo para los papeles o ha tenido suerte?

-Soy demasiado joven todavía para saber qué tecla he tocado. Sé que me gusta mucho mi oficio y me comprometo con él. Eso lo tengo claro. Lo otro no lo sé.

-Dice que fue mal estudiante. Y ahora casi puede dar clases de Historia con El Cid.

-Sí, era mal estudiante. Estudié todo lo que tenía que estudiar, pero era un poco rebelde.

-¿Le hubiera interesado más la Historia de haber tenido 'El Cid'?

-Sí, te genera una inquietud para acercarte al pasado.

-¿Aspira a trabajar en Hollywood?

-No tengo especial interés. Si pasa, que pase, pero estoy muy bien aquí.