Dos son las bazas de la miniserie 'Detrás de sus ojos': su alocado giro final y la interpretación de la actriz Eve Hewson. De la segunda hablaremos más abajo. De momento nos centramos en lo primero, que es lo que más ha dado que hablar durante estos días. Sin ese golpe de timón en el último episodio que pilla de sorpresa al espectador más incauto, seguramente sería un thriller con mimbres eróticos del montón. Pero se ha convertido en la última serie de moda de Netflix y en un éxito inesperado. Hasta el punto de que alguno ya se está imaginando la posibilidad de continuarla con una segunda temporada. A éstos les pediría que refrenaran sus ansias. Mejor dejar todo como está y que la cosa no se alargue más de lo necesario. No vaya a pasar algo como lo que ocurrió con 'Por Trece Razones'.

Detrás de sus ojos es un thriller creado por Steve Lighthfood, colaborador habitual de la plataforma para la que trabajó detrás de algunos guiones en 'Narcos', o como productor en la adaptación a la pequeña pantalla del justiciero con la calavera de los cómics de Marvel, 'The Punisher'. Este nuevo trabajo de seis episodios de duración es una especie de revival de esos thrillers con psicópata que tanto proliferaron en la gran pantalla y en los telefilmes de sobremesa durante años 90. El género dio un vuelco tras el estreno de 'El silencio de los corderos' (por cierto Lightfood fue productor de la versión televisiva de Hannibal) y aparecieron una larga lista de títulos en los que las vidas de sus protagonistas pegaban un vuelco después de que alguno de estos psicokillers llegaran para amargarles la existencia. 'Instinto Básico', 'La mano que mece la cuna', 'De repente un extraño', 'Mujer blanca soltera busca', 'Juegos Salvajes'...

Sabiendo que en esta miniserie la trama daba un giro inesperado en el último momento, todo era cosa de sentarse a esperar a ver cuál de estos referentes iban a elegir los guionistas para fusilar. La sorpresa no la vamos a detallar aquí por aquello de los spoilers, salvo explicar que una de las bazas para ser inesperada es el repentino cambio de género. De repente, ya no estamos ante un thriller y pasamos al terreno de lo sobrenatural, logrando un efecto que a más de uno cogió con la guardia baja. Algo muy del cine M. Night Shyamalan y su mil veces imitado desenlace de 'El sexto sentido'. Porque hasta ese momento WTF (What the fuck/Qué coño...) ya lo habíamos visto también en otro tipo de películas.

Contar el final de 'Detrás de sus ojos' es fastidiarle la serie al que no la haya visto. En algunas crónicas (que hice el firme propósito de no leer) lo sueltan ya a la tercera línea. Sin paños calientes y sin tapujos. Aunque, tampoco quiero que nadie se lleve una falsa impresión. El final la convierte en algo mejor lo que era, pero es que tampoco estábamos ante una gran serie. Netflix consigue con ella reincidir en la fórmula que tan buenos resultados le está dando durante esta fase de la pandemia, donde sus estrenos se convierten en una de las mejores opciones de ocio para un fin de semana de semiencierro en casa. Son series cortas, fáciles de ver antes de tener que volver al trabajo al lunes, haciéndonos más llevadero el encierro. A la semana siguiente llegará otro estreno que nos hará olvidarla. La plataforma parece estar en racha después de varias semanas en las que HBO no ha estrenado nada del otro jueves. Supongo que la paralización de los rodajes ya empieza a hacer mella a la plataforma de la competencia.

Todo empieza como la clásica historia de chica divorciada conoce chico durante una noche que se queda tirada mientras va de copas. Esto de que la serie toma cosas de aquí y de allá lo tenemos claro desde el principio, ya que eso de que su ocasional ligue de una noche resulte luego ser su jefe es algo que ya vimos en el principio de 'Anatomía de Grey'. David (Tom Bateman) y Louise (Simona Brown) podrían haber sido una pareja perfecta de no ser por el hecho de que él está casado. La cosa se tuerce un poco más cuando ella conoce a la mujer y se hace su mejor amiga, a espaldas del marido. Desde el primer momento en que Louise se topa en la calle con Adele tenemos claro que ese encuentro no es nada casual.

Decíamos al principio que, además del giro, la otra gran baza de la serie es la interpretación de Eve Hewson. La actriz es la hija de Bono, el cantante de la mítica banda U2, y ya lleva unos añitos haciendo papeles en la pequeña y en la gran pantalla. Esta serie ha sido su mayor éxito y estamos ante una estrella en ciernes. En sus escenas se come a sus compañeros de reparto. Y es que cuando te toca interpretar al villano de turno, es cuando más oportunidades puedes soltarte el pelo. Aunque no siempre sale bien. Se trata de personajes tan potentes cuya sombra perseguirá para siempre a sus intérpretes. Como Anthony Perkins no pudo huir de Norman Bates tras 'Psicosis', o ya nunca vimos a Robert Englund como el tierno Willy, el lagarto renegado de 'V Invasión Extraterrestre', cuando se puso el sombrero de Freddie Krueger.

Adele es en unos momentos frágil, en otros alguien inquietante. Sabemos que trama algo, pero no el qué. Desde el primer momento en que Louise se tropieza con ella dan ganas de gritarle: "¡Huye!". De alguna manera intuimos que nada de esto podía acabar bien. Louise cree que está tomando libremente todas sus decisiones pero ignora que solo sigue un camino que ya le han trazado de antemano. Porque a lo largo de la miniserie, se nos van dando las piezas para ir montando el puzzle. No será hasta el último momento cuando se nos revelará el plan en toda su magnitud.

Cuando entendamos que quizá quién menos idea tiene de los motivos por los que su matrimonio ya no funciona es el propio David. Y mira tú por dónde, resulta que la trama de la serie que menos me interesaba, sí que tenía mucha importancia. Aunque eso sí que se veía venir. La serie puede suponer un antes y un después en la carrera de Eve Hewson. Seguramente después de este trabajo le caerán nuevos encargos. Ahora le queda la opción de seguir avanzando o no quedarse encasillada. ¿Quedará atrapada en el cuerpo de Adele?